"Fiesta huanca" (ejecutantes de waqra-puku) - grabado en madera - José Sabogal
Las artes y humanidades siempre han sido vistas como algo accesorio o exquisito en el Perú, quehaceres para empeñosos soñadores que a contracorriente, se ocupan de las cosas intangibles del alma, esas que son capaces de convertir lo invisibilizado en trascendente. Son muchos más quienes buscan vivir apretando el acelerador y cifrando en objetos hedonistas la felicidad: buen cargo, confort, recreo evasivo y saludable crédito para halagar sin límites el ego. Como nunca antes en la historia tenemos las cifras en azul y las arcas fiscales llenas de superávits, pero nuestro sistema de educación pública sigue siendo de los peores del continente. Lamentablemente aquí no se ha sabido proyectar en el mediano y largo plazo las cosas elementales de una sociedad digna: servicios de salud, de justicia, y sobretodo, de educación, convocando en ello a la gente más idónea.
Una muestra de ello es la lucha de los estudiantes del Conservatorio Nacional de Música, quienes venían demandando al Congreso de la República la aprobación del Proyecto de Ley 762/2006 para obtener el rango universitario. En el camino se fueron sumando los profesores así como los alumnos de la Escuela Nacional Autónoma de Bellas Artes (ENSABAP) y la Escuela Superior Autónoma de Bellas Artes Diego Quispe Tito del Cusco.
"El Conservatorio tiene 100 años; Bellas Artes, 91. Es inconcebible que tengamos que seguir esperando más"(*) declararon en el ultimo y definitivo plantón los dirigentes estudiantiles Milagros Arroyo y Carlos Ramírez.
Después de algunas contramarchas (el Ejecutivo devolvió el Proyecto de ley con observaciones y se tuvo que volver a presentar el documento) y de plantones de los estudiantes frente a la sede del Congreso, el 5 de junio se dió luz verde a la flamante ley por absoluta mayoría. Desde ahora, las instituciones mencionadas podrán otorgar grados de Bachiller y Licenciatura a sus egresados. Eso no sólo significa mayor presupuesto y dotación de infraestructura sino que serán supervisadas y acreditadas por el Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación de la Calidad de la Educación Superior. Quienes egresaron antes podrán regularizar su situación, asimismo, poco a poco, otras instituciones similares de provincias podrán irse incorporando al alcance de la ley.
Ya era hora que los artistas del país tengan el rango que deben tener, pues hasta ahora no podían validar estudios ni realizar maestrías y doctorados ofrecidos en el extranjero para sus especialidades, incluyendo el goce de las becas.
El Perú ha estado a la zaga en la región y en el mundo respecto al reconocimiento de sus artistas, algo incomprensible en un país que tiene tanta riqueza cultural por la cual trabajar. A pesar de la falta de apoyo y las estrecheces sufridas, muchos grandes artistas y músicos egresados de estas instituciones han dejado y dejan muy en alto el nombre del Perú en los más prestigiosos escenarios del mundo, y no pocos son respetados/as profesores/as de música. Una de las metas tendría que ser la de mantener permanente contacto con ellos/as, para que vengan a hacer temporadas de presentaciones y si es posible, de talleres con estudiantes que recién se inician. Otro punto importante son los compartimentos estancos en los cuales se desarrollan los músicos académicos y populares en el país. Sería bueno que el Conservatorio vaya incorporando una perspectiva más amplia del desarrollo de la música: la investigación interdisciplinaria en todo sentido, tanto musicológica como de las ciencias sociales y humanas, lo cual involucra necesariamente a las músicas, los instrumentos y los artistas populares.
Que no se repita lo que enfrentó Celso Garrido Lecca cuando quiso incorporar elementos de la música popular para crear una "nueva canción" en la década de 1970:
"...llegué al Perú [proveniente de Chile] con mucho material y un rico bagaje de experiencias; quise volcarlos aquí, donde no había nada similar en ese momento. Se dio la circunstancia de poder en ese momento fundar un grupo, que fue «Tiempo Nuevo», que siguió posteriormente su propio camino una vez que se incorporó al circuito local de conciertos y recitales. En el Conservatorio había una gran reacción contraria, negativa hacia todo lo popular: había un tremendo divorcio entre lo que era popular y lo que era académico, con un sentido de que la música debía seguir «la gran tradición europea» porque de otro modo era primitiva..."
Es de esperar que el Conservatorio no sólo siga cultivando la hermosa tradición europea, sino que desarrolle las igualmente hermosas tradiciones musicales del Perú y de otras partes del mundo; que en el futuro puedan encontrarse en la currícula especializaciones en arpa andina, aerófonos andinos (quena y siku por ej.), charango, percusión afroperuana, etc.
//marcela cornejo
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(*) Contrastar:
- Polémica por fecha de creación del Conservatorio Nacional de Música
- Nuestra historia - Fernando de Lucchi (Director del CNM)
Audio
Danzas populares andinas
Compuestas por Celso Garrido-Lecca en 1977 para violín y piano. Luego hizo una versión para orquesta. Melodías andinas seleccionadas para formar parte de la composición: "A mi palomita", "Recuerdos de Calahuayo" sucesivamente . Destaca la ejecución de un noble instrumento popular como el charango.
Ejecución a cargo de la Camerata de Lima (Director: Eduard Brown)
Album "Retablos Sinfónicos" (Lima, UPC)
Links:
Conservatorio Nacional de Música
Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú - ENSABAP
Escuela Superior Autónoma de Bellas Artes "Diego Quispe Tito" (Cusco)
Amistad entre pentagramas - "Cuatro compositores representativos de la generación del 50 celebran más de medio siglo de amistad y música..." [Francisco Pulgar Vidal, César Bolaños, Edgar Valcárcel y Leopoldo La Rosa] - Rev. Variedades, jun. 2008
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