abril 04, 2010

Jesús Vásquez, 20/10/1922 - 03/04/2010

Indagando alguna información sucinta sobre María de Jesús Vásquez, encontré el siguiente texto que pertenece a un escritor, dramaturgo y periodista de los 50's a los 90's ya fallecido; vale contar con sus palabras para que nos enseñe algo de este ícono popular que nos acaba de dejar. El texto de la fuente impresa original lleva varias fotos que no se incluyen aquí.
//m. cornejo


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Fuente:
Canción Criolla. Antología de la música peruana (Tomo I)
Lorenzo Villanueva Regalado & Jorge Donayre Belaúnde
Lima : Latina S.A. , 1987, pp. 88-96 (256 p., il.)
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Una historia plebeya contada por la reina
Jorge Donayre Belaúnde



La cancionera del género popular Jesús Vásquez nació el 20 de diciembre de 1922, en un aposento del pequeño solar de la familia Paz-Soldán. (Hoy Edificio de la Hermandad del Señor de los Milagros, en la calle Pachacamilla, tercera cuadra del jirón Chancay del Cuartel Primero).

Se inició como cantante escuchando los ensayos del trío integrado por el piano de Lucho de la Cuba y las voces de Ernesto Echecopar y Luis Aramburú, secundados por el cajón del Zambo Benites (Gato Parao).
Trabajando como obrera en la imprenta "La Americana" de Enrique Aramburú, algunas amigas al escuchar el acento de su voz, la animaron a concurrir á la extinguida Radio Grellaud, no siendo tomada en cuenta, pero más tarde la pupila del director artístico de Radio Goycochea, el actor chileno Eduardo Sierralta Lorca, la consagró por las ondas de esa emisora, y en el homenaje póstumo a Felipe Pinglo, organizado por su compadre Pedro Espinel en el Teatro Segura, fue obligada por el público asistente a bisar tres veces las notas del valse "El Plebeyo" del bardo inmortal, y el 18 de julio de 1939, en el fenecido Teatro Apolo de la calle Chirimoyo, fue coronada la Primera Reina de la Canción Criolla, en un concurso organizado por Aurelio Collantes y auspiciado por la Revista Cancionero "La Lira Limeña" de don Pedro Casanova.
Destacó en las películas del sello "Amauta","Palomillas del Rímac" y "El Guapo del Pueblo". Bajo la dirección del chileno Sigfrido Salas. Viajó a Buenos Aires en compañía del finado Dr. Orestes Ormeño, grabando para el sello "Odeón" varios temas del folclore nacional y actuando con la orquesta del compositor puneño Jorge Huirse por los micrófonos de Radio "El Mundo" de Buenos Aires.
Ha triunfado en los escenarios de Venezuela, México y los Estados Unidos, ha sido condecorada con la Orden del Sol por el Gobierno Peruano, es la cantante de más repertorio en el ambiente artístico. Pertenece al grupo "Las Cinco Grandes de la Canción Criolla".
Ha sido durante largas temporadas artista exclusiva de Radio Nacional y Radio Victoria; su acento melodioso es el más divulgado en todos los departamentos de la patria; ha trabajado desinteresadamente en infinidad de beneficios, se ha prodigado en los locales nocturnos, restándole no ser cotizada económicamente como otras figuras actuales; cantando a dúo con su hija Pocha Ormeño Vásquez, tiene un hit, el valse "Aurora", versos del poeta tacneño Federico Barreto y música del consagrado cantor argentino Carlos Gardel.
En el extranjero también interpreta boleros y tangos, ha grabado pasillos en el Ecuador; en el Perú ha llegado a grabar varios L.P. y cientos de casetes y 45 r.p.m.
Jesús Vásquez: Semblanza de una reina
"He pasado mi vida cantando. Cantándole al Perú las canciones que todos ustedes me pedían. Y las he cantado también para mis hermanos de América, llevándoles en mis cantares el alma musical del Perú. Por eso todas las canciones que yo he interpretado están ligadas a mi existencia, como probablemente lo estarán también a la vida de muchos de ustedes. Porque la música es el mejor camino para viajar al país de los recuerdos".
"En este momento cuando mi alma cancionera tiene todavía mucho para entregarles con amor, pienso que es la hora mejor para estar juntos. Siempre es mi grande deseo que cuando oigan mis canciones, retomen para ustedes el recuerdo de las horas más felices de la vida". Así se expresó nuestra incomparable Jesús Vásquez.
Su voz
No en vano su milagrosa, perenne voz, la descubrió ella misma en la casita de su solar infantil, cercano al templo del Señor de los Milagros. Allí en la calle Pachacamilla, la vieja calle del Cuartel Primero, donde oyó cantar antiguos valses a maduros trovadores.
Porque esta voz que fue originalmente un atributo natural, con el correr del tiempo se hizo modo de cantar criollo. Un estilo diferente. Fresco desde el comienzo. Sin cambio en el curso inevitable de los años. Por el contrario, esta manera de cantar de Jesús Vásquez, inicial prodigio del barrio, se afirmó en la medida que ella hacía tímido ingreso a sus primeras incursiones radiales. Y el aplauso la seguía y la impulsaba y la conducía, pareja del éxito, hacia la conquista de otros medios, hasta su triunfal ingreso a la radio, el cine, al disco, a la revista musical, la televisión: el mundo todo del espectáculo, a través del cual el pueblo peruano expresa su música y literatura propias, su manera de ser, de vivir y prolongarse... Ni el tiempo inexorable se atreve a salirle al paso a Jesús. Al contrario, la dona con nuevos tesoros de juventud. Y así en tierra propia, esta nuestra tierra, en otros lares, allende los mares, en otros linderos, continúa Jesús imponiendo la majestad peruana de su canto.
Un extraño ruiseñor
Aquí en el Perú, donde los ruiseñores no existen más que en los cuentos y en el mito, ella Jesús Vásquez, nos mostró el verdadero trino de aquellas prodigiosas aves. Y en países extranjeros, su presencia, llena de luminosa voz de diferente sonido, llevó testimonio personal para consagrar a nuestros compositores y sus obras, enardecer en el aplauso de las multitudes al valse, la polka, la marinera, el tondero, el huaino y todo aquello que siendo canción nativa, es más auténtica y se hace más peruana, porque así lo siente y lo interpreta Jesús Vásquez. Anda tan al lado de nuestras vidas, tan cerca de nosotros, que cuando ella canta: canta una nación. Sus gentes, sus sentimientos. Canta un pueblo. Señoras y señores: Canta el Perú.
La obra de Jesús
La obra de Jesús Vásquez es la más fecunda realizada por intérprete alguno en la historia de la canción peruana. Fue la radio la que se encargó de su descubrimiento y de que en aquel medio, se hiciera conocer y alcanzar la fama. Muchacha aún ya había ganado el corazón del pueblo. Ninguna cancionista peruana ha grabado tantos discos, long plays y casetes como ella. Jesús puede darse el lujo de decir que en su voz prodigiosa se han hecho éxitos los tenias de nuestros más grandes compositores, inclusive gente de la Guardia Vieja que ella no pudo conocer. Bastaría citar como un dato verificador que en el álbum musical titulado: "La Historia de Jesús Vásquez: La reina y señora de la canción criolla", figuran 56 temas de nuestros más selectos y populares compositores. Desde el antiquísimo valse "La Pasionaria", de autor anónimo, hasta "Te extraño", uno de los últimos notables éxitos de Augusto Polo Campos. Hay valses y marineras, polkas y huainos que se han hecho memorables en sus interpretaciones. Digamos: "Secreto", valse de Amparo Baluarte y Francisco Pérez Pinglo; "Todos vuelven" de César Miró; "Rencor" de Augusto Rojas Llerena; "Rosa Luz" de Felipe Pinglo; "Quisiera" de Alcides Carreño; "Corazón" de Lorenzo Humberto Sotomayor; "Muñequita Rota" de Serafina y Joaquina Quinteras; las marineras limeñas; "Morenos pintan a Cristo", "Canto a mi tierra" de Oscar Aviles; el tondero "En Trujillo nació Dios", de Alcides Carreño y la famosa "Zaña", de origen lambayecano. Uno de sus grandes hits es el valse "Aurora", que lleva versos del poeta tacneño Federico Barreto y música de Carlos Gardel. ¿Para cuántos sellos ha grabado? Eso sólo ella lo sabe.
Pero...oh misterio...Tan excelsa artista no tiene casa propia. Es más, la quieren sacar de la casa en que habita en Magdalena hace más de 20 años.
Dos valses de antología en el cancionero del Perú son incuestionablemente 'Todos vuelven" de César Miró e "Historia de mi vida" de Mario Cavagnaro.
Es menester entonces escuchar lo que dichos autores, cuya nombradía en el campo de la literatura y de la música se ha hecho más extensiva porque ambos son personajes de la televisión, han manifestado respecto a la significación de Jesús Vásquez, como máxima intérprete del cancionero peruano.
Escuchemos a don César Miró:"Uno de los motivos más gratos al cancionero popular y a la poesía en general es el de la nostalgia. La ensoñación, la añoranza, el recuerdo que tiene algo de significación en nuestra vida, la presencia permanente de la tierra, son temas que interesan al poeta y a quienes escuchan esas evocaciones. "Todos vuelven", cuya música la saqué de una guitarra, mientras los versos iban brotando solos, es una canción nostálgica y en sus palabras se hace alusión al silencio que nos permite recordar el amor y el retorno a los lugares donde fuimos felices. Jesús Vásquez estrenó esta canción y en su voz y en su manera de decir extraordinaria está viva toda una época de lo que llamamos la canción criolla. Yo siempre le agradeceré haberla llevado en las manos del aire por todos los rincones queridos de mi tierra".
Historia de dos vidas
Pareciera que en las palabras que vamos a escuchar de labios de Mario Cavagnaro, uno de nuestros más inspirados y fecundos compositores, se reunieran en armoniosa compenetración la vida del autor y de la intérprete. Porque es evidente que "Historia de mi vida" de Cavagnaro siempre ha tenido en el decir y el encanto de la voz de Jesús Vásquez, una de mejores mensajeras de la música y el poema. Oigamos pues a Cavagnaro: "Mi juventud musical vivió la edad feliz de la universidad entre discos y películas de Glen Miller, Harry James y Benny Woodman y la aparición de Pérez Prado “Los Panchos". Pero recuerdo que el nombre de Jesús Vásquez era ya sinónimo de majestuosa calidad interpretativa de la canción criolla, poco familiar entonces para mí. Sin embargo, las brújulas del tiempo fueron guiando mis pasos hacia este campo de la música, en el que he dejado ya tanto de mi vida. Y muy pronto Jesús Vásquez dejó de ser para mí un nombre para convertirse en una persona real, pero real, así en a acepción más distinguida de la palabra. Desde entonces en mi sensibilidad de hombre y de peruano, se inició un afán imperativo de entregar a esta mujer de tan privilegiados atributos un símbolo de homenaje colectivo que le debe un pueblo, un continente diría yo, más allá del aplauso y del diploma, más allá de las palabras y el trofeo. Y un día feliz, pensé finalmente, que nada mejor que ella aquí en el Perú y para rendirle un tributo de admiración y gratitud a una artista en cuya voz canta la patria en las alturas, en las quebradas, en la metrópoli y en los caseríos; en las mansiones, en los solares, en los recuerdos y en el corazón, escucharla y escucharla siempre. Así es Jesús Vásquez, tú eres lo mejor que tenemos. Para ofrecerte como el mejor y más verdadero homenaje de un país al que le cantas tantos años, con lo más puro y sincero de tu emoción. Tu voz y tu estilo únicos. Incomparables, inconfundibles, diciendo una vez y juntas todas las canciones que desde aquellos años 40 venía escribiendo la historia de tu vida musical. Catorce millones de peruanos puestos en pie aplauden orgullosamente a Jesús Vásquez. Sí, señoras y señores: la reina de la canción popular”.
Su vasta popularidad
El autor de estas crónicas recuerda que el año 1964 en la lejana pero hermosa Quillabamba, capital de la provincia de La Convención en el Cusco, se brindó una recepción popular a una cantante criolla digna de un gobernante, un político triunfante o un ídolo deportivo. El Concejo Provincial de La Convención declaró huésped ilustre de la ciudad a Jesús Vásquez y le entregó una medalla recordatoria. El burgomaestre emocionado le dijo en la sesión solemne: "No la habíamos conocido personalmente antes señora. Sólo, y era bastante con ello, sabíamos de usted por medio de los discos y de la radio. Pero qué cerca la hemos tenido siempre con nosotros". Esa noche Jesús Vásquez confesó que pocas veces se había sentido más feliz en los años de su vida.
Nosotros preguntamos qué ciudad de costa, sierra o selva no la conoce, no reconoce su voz inconfundible, la ternura metálica de su estilo. Así, bien ha hecho el Estado en haberle concedido la Orden del Sol. Y ella, en otros países, muchos, en diversas giras ha sido la más auténtica plenipotenciaria de los mejores y más famosos compositores de nuestra patria. Tanta larga, repetida entrega de su inagotable sensibilidad, ha menguado la salud de Jesús. Reina en una República de tan diversas clases, razas y hasta idiomas. Señora en la más veraz y auténtica acepción, señora del arte.
Se hizo celebre en la radio y el disco
Jesús Vásquez tiene ya sesenta y cuatro años. Pero los grandes artistas tienen secretos, pactos y alianzas con el tiempo. Para perdurar y florecer permanentemente sin que se apague la sensibilidad, la inspiración, el afán de aplausos que se requiere para retribuirlos en entrega.
Nació el 20 de diciembre de 1922 (casi al término de Sagitario) en un departamento del solar perteneciente a la familia Paz-Soldán, en la antigua calle de Pachacamilla, cuarta cuadra del jirón Chancay, NQ 457, Cuartel Primero. Aquella finca ya no existe, pues en su lugar se ha levantado el edificio de la Hermandad del Señor de los Milagros.
Fue hija del respetable matrimonio formado por don Pedro A. Vásquez Chávez, famoso barman. y la señora María Vásquez. El primero natural de Cajamarca y la esposa nacida en Junín. La pareja tuvo cuatro hijos: Arturo Vásquez Vásquez, cirujano dentista, el mayor; Luzmila, la segunda, quien vive con la familia de la intérprete; Jesús, la tercera de la dinastía, y Lolita quien ya ha fallecido.
Fue bautizada en el templo de San Sebastián donde también recibieron el primer sacramento Martín de Porras, Francisco Bolognesi, José Santos Chocano y otras ilustres figuras de la historia nacional.
Los comienzos
En el fondo de aquel mismo solar la familia Paz-Soldán había facilitado el uso de una habitación contigua a la azotea para que ensayara casi a diario el famoso trío de "Los Criollos", integrado por Lucho de la Cuba en el piano y las voces y guitarras de Luis Aramburu Raygada y Ernesto Echecopar. Los secundaban en el cajón las manos poderosas de "Gato parao" Benites. Se dice que la de Ernesto Echecopar ha sido una de las mejores primeras voces del país. Sus agudos se iban hasta las nubes. Nadie lo discutiría...
La chiquilla que estudiaba primaria en una escuela cercana se acercaba sigilosa a escuchar a los trovadores. El repertorio reunía lo más selecto de la llamada Guardia Vieja. Jesús Vásquez ha confesado que escuchándolos le nació la afición por aquellas hermosas melodías: antiguos valses y marineras. Pero... ¿y la voz?
Vaya que sí la tenía privilegiada, escondida a medias en la garganta prodigiosa. Y una mañana como para que la escuchara cantar Echecopar, la risueña aunque tímida muchachita entonó a todo corazón: "El Guardián". ("Sí, creo que ése fue el primer valse que aprendí de ellos mismos", ha confesado Jesús). Entonces don Ernesto, ahora diplomático retirado, se detuvo para oír aquella voz distinta y encantadora. Así trabaron amistad el gorrión del solar y los peligrosos gatos cantores. Ellos tuvieron siempre la evidencia de haber descubierto América.
Cuando se retiró del colegio, Jesús Vásquez, que tendría unos 15 a 16 años, ingresó a trabajar como obrera gráfica en la "Imprenta Americana" de la familia Aramburu, en la legendaria Plazuela del Teatro. Las compañeras de trabajo no cesaban de decirle: "Jesús... ¿por qué no vas a alguna radio? ...Así mientras seguimos trabajando, canta bajito nomás alguna de tus canciones". Pareciera mentira pero en su primera incursión en la extinguida Radio Grellaud, no tuvo éxito; ella como que se desanimó un poco.
Pero un tiempo después el destino puso en el camino esperado a Jesús Vásquez. La hicieron cantar en el cumpleaños de un vecino y allí la escuchó el actor chileno Eduardo Sierralta Lorca, quien por entonces ejercía la dirección artística de "Radio Goycochea". El mismo la llevó a esa emisora y allí cantó por primera vez en una radio de Lima.
Conquista del éxito
En el año 1937 Pedro Espinel organizó un homenaje a la memoria de su compadre y amigo Felipe Pinglo Alva, quien había fallecido el 13 de mayo del año anterior. El recital criollo tuvo como escenario el Teatro Segura. Espinel, quien había convocado a Jesús como una sorpresa del programa, le pidió que cantara "El Plebeyo". Fue tal el éxito de Jesús que fue obligada a repetir la canción en tres oportunidades. Había surgido una nueva, maravillosa, fresca, distinta voz para interpretar la canción criolla.
Según se asegura, ya en el año 1939, Jesús Vásquez era reconocida como reina de la canción criolla. En una función organizada por Aurelio Collantes, quien según recuerda tuvo lugar el 18 de julio del citado año, en el ya desaparecido "Teatro Apolo" de la calle del Chirimoyo en los Barrios Altos [donde] se organizó un concurso para buscar a la primera reina de la canción criolla. El certamen fue auspiciado por la revista cancionero "La Lira Limeña" de don Pedro Casanova. Jesús actuó en forma tan impactante que fue coronada con el aplauso unánime del respetable público como reina de la canción criolla.
Por aquellos años de la radio como principal medio de comunicación auditiva, la empresa cinematográfica "Amauta" produjo una serie de películas, hoy realmente legendarias. Bajo la dirección del chileno Sigfrido Salas, actuó y cantó en "Palomillas del Rímac" y "El Guapo del Pueblo" temas de Felipe Pinglo. Después durante largas temporadas fue artista exclusiva de Radio Victoria y Radio Nacional. En los espacios que popularizó Carlos Alfonso Delgado, principalmente "Al compás del criollismo", ella fue primerísima figura de sus programas. Lo mismo en los famosos: "Sábados Peruanos", de la emisora oficial. La primera vez que actuó en una estación extranjera fue en la afamada Radio "El Mundo" de Buenos Aires. Radio y disco fueron pues los primeros vehículos con que Jesús ganó el cariño, la preferencia, el permanente aplauso de todos los públicos del Perú.
Semblanza de una reina
Jesús Vásquez siempre ha tenido una profunda y sincera emoción familiar, que virtualmente la ha convertido en el tronco de los Vásquez Vásquez. Vive en su casa de Magdalena al lado de su madre María Vásquez viuda de Vásquez, de su hermana mayor Luzmila Vásquez Vásquez, de su hija mayor Pocha Ormeño Vásquez y de la hija menor Sandra Cavero Vásquez y de cuatro de sus nietos varones.
Su hermano mayor el Dr. Arturo Vásquez Vásquez, cirujano dentista, es uno de sus más encendidos admiradores. Pero es hombre que se abstiene de la figuración y es muy contraído. La vida sentimental de esta extraordinaria cantante y artista está ligada a los padres de sus hijos: el Dr.Orestes Ormeño, distinguido abogado penalista, de cuna iqueña, fue uno de los hombres que más amó y aconsejó a Jesús. Precisamente en su compañía hizo su primera gira al exterior en 1943 y allí en Buenos Aires hizo su primera grabación fuera del país para el sello "Odeón", actuando bajo la dirección musical del consagrado músico y compositor Jorge Huirse. Pocha, la mayor, cantante y artista como su madre, fue fruto de aquel hondo romance de Jesús.
Después conoció a Jorge Zamora, integrante del dúo "Los Hermanos Zamora", quienes llegaron en gira a Lima. El joven y apuesto cantante de Costa Rica se casó con Jesús Vásquez en San José unos meses después. Del matrimonio de Jesús con Jorge Zamora nacieron sus hijos Jorge Zamora Vásquez, a quien en la familia conocen como "Coco" y en la actualidad se encuentra en Caracas trabajando en un banco de esa capital, y Elizabeth Zamora, quien vive en Costa Rica y es la única de sus tres hijas que le ha dado una nieta mujercita. Su cuarta hija, Sandrita Cavero Vásquez, es hija del contador Alberto Cavero, quien acompañó algunos años la vida sentimental de Jesús y ahora se encuentra radicado en Venezuela. El estado civil actual de Jesús es divorciada, con cuatro hijos, un varón y tres mujeres y cinco nietos: cuatro varones y una mujercita. Pero desde que ella comenzó a cantar hasta ahora, medio Perú, el de maduros hombres y entusiastas jóvenes que sienten la palpitación de la canción criolla,...a ver ... ¿quién no se ha sentido enamorado de la "chola" tierna, sentimental y chispeante?
Sus viajes
A lo largo de cerca de cuarenta años de permanente vida musical Jesús recorrió todos los linderos de la patria amada. Personalmente y en sus discos, (las transmisiones de radio y a partir de 1953 en la televisión. Donde se presentó por primera vez en video fue en Canal Cuatro. "Bar Cristal", uno de primeros programas vivos de la TV local, la tuvo como intérprete casi permanente.
Resultarían incontables las giras que ha realizado al exterior, principalmente por el continente americano. Ha viajado muchas veces a México, Centro América, Venezuela. Así también a Colombia. En el Ecuador se le quiere y se le distingue en forma extraordinaria. Y es que Jesús canta divinamente los pasillos. Allí ha grabado no menos de 10 long plays y 45 [r.p.m.] con música de ese país. En Estados Unidos ha estado en no menos de cinco ocasiones. En una de ellas fue acompañada con las otras cuatro cantantes con las que forma el grupo de las Cinco Grandes de la Canción Criolla: Eloísa Angulo, Alicia Lizárraga, Delia Vallejos y Esther Granados. Se le quiere y conoce a Jesús en toda América. Es también una excelente intérprete de ritmos centroamericanos y boleros.
Desde que apareció la televisión tocó el privilegio al Canal Cuatro de presentarla en sus iniciales programas de música criolla. Una serie que ha hecho historia en los anales de ese medio: "Festival de la Canción Criolla" que tuvo cuatro años de duración, buscó invariablemente el concurso de Jesús. Este espacio fue conducido por Carlos Alfonso Delgado, el hombre la radio más ligado a la canción criolla. Comenzaba diciendo: "Hermanos míos"...
Lo hemos llamado para que hable así espontáneo, torrentoso sobre Jesús. Y ha dicho: ¿Qué frases más apropiadas pueden nacerme del corazón si he conocido a Jesús desde que era una muchacha?... He marchado a su lado años en la radio y después en la televisión, admirando a esta incomparable cantante y a esta mujer humanísima, generosa, excepcionalmente buena. Como intérprete ella es el pendón del canto peruano. En los mejores años de su carrera nadie jamás cantó como ella. Creo que debido a su aporte subsiste en mucho esto que es una de las cosas más bellas del Perú: la canción criolla. Haberla conocido, seguir a su lado es un privilegio. Tiene una sensibilidad extraordinaria. Jamás negó su concurso a beneficio de otros artistas. Hasta consiguió con su propio dinero los músicos que la acompañaban. ¡Jesús es el corazón del valse peruano!..."
Así pues damos término a la semblanza de una reina criolla. Hija del solar como lo anunció Serafina Quinteras en la letra del valse dedicado a Pinglo, ella llevó la canción peruana hasta los altivos palacios principescos. Y lo más hermoso que puedo afirmar sobre Jesús es que sí la he amado tanto, mi hijo también la admira. Y mi nieta, quisiera que alguna vez tratara de imitarla. Porque como lo dije en el prólogo de uno de sus discos:"Cuando ella canta, canta el Perú". (JDB)

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Video

Envenenada
Autor: Alejandro Saenz
LP (40's, Buenos Aires): "Un vals y un recuerdo. Jesús Vásquez con Jorge Huirse y sus evocaciones"


La luna estaba oculta
por los negros nubarrones,
que en las altas regiones
van pasando sin cesar.
En alta mar se levanta
sobre sus olas de plata,
parece que desbarata
alguna inmensidad.
Los grandes ojos divisan
el ansia y la tristeza,
y bajando la cabeza,
sin pensar en la inquietud.
Al ronco son de mi gastada lira,
vengo a cantar, vengo a cantar,
con solo lo que mi amada mira
en alta mar, en alta mar.
Mis tristes ilusiones están perdidas
y deshojadas y desdeñadas
fueron por tí mujer, mis heridas
¡envenenadas, envenenadas!


Clavel Marchito
Autor: Armando Gonzáles
Casete "Jesús Vásquez y Víctor Dávalos cantan juntos"


Clavel marchito del ensueño,
que me enseñaste a querer,
dile al que fuera tu dueño
que no puedo vivir sin el.

Clavel marchito del ensueño,
que me entrego en la partida,
dile que ha abierto una herida
que nunca en la vida se podrá cerrar.

El que fue mi ilusión
hoy me abandono en la senda
destrozando el noble ensueño.
Hoy sediento de placeres,
con otros quereres olvida mi amor.




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