agosto 31, 2010

"De la quena"


Hasta avanzado el siglo XX, la visión que muchos escritores tenían acerca del mundo indígena era de una contraposición radical a todo lo que implicaba modernidad, progreso, bienestar, estética… el indio se presentaba como taciturno, casi mudo, hierático, fatalista; todo eso y más por naturaleza de su raza. Había que resolver el problema del indio: sólo el influjo de la civilización podía elevarlo moralmente e incorporar su fuerza manual en la maquinaria del progreso, lineal, historicista, implacable (en contraposición, Mariátegui concluyó que este problema se centraba en primer lugar, en el acceso pleno del indio a la tierra). Mientras tanto, el indio lloraba desde la periferia del mundo concebible, con su música fúnebre y triste. Quienes escribían, por supuesto no veían las fiestas y rituales, tan numerosas en el calendario agrícola de los ayllus y comunidades, en que se sembraba y cosechaba con júbilo y gratitud, tenían más a la vista a los tristes peones, yanaconas y pongos que servían en las haciendas o en las ciudades. Aún así, si escuchamos harawis tristes o yaravíes, sean de las comunidades más alejadas como de las ciudades, no percibimos lo fúnebre o desgarrador sino más bien lo melancólico, incluso dulce de la música. Sonqoyman es uno de esos bellos harawis que se tocaban con quena, y que artistas famosas grabaron hace ya varias décadas –en quechua- como Wara Wara.
//m. cornejo


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Fuente:
Geografía del Perú

Mateo Felipe Paz Soldán (obra póstuma corregida y aumentada por su hermano Mariano Felipe Paz Soldán)
Lima : Librería de Fermín Didot Hermanos, Hijos y C., 1862, pp. 29-31
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De la quena

La quena, instrumento peculiar del indio, es una especie de flauta de una caña particular que sólo hay en las montañas ó bosques del sur del Perú. Su largo es por lo común, de media vara más o menos, y su diámetro de 2/3 de pulgada. Ninguna de sus dos bocas está tapada, y la embocadura es un resorte en forma de rectángulo, pero cuyo lado superior está eliminado y el opuesto a éste cortado en chaflan, hacia el interior, como en los clarinetes.

Hay también algunas pequeñas de 9 a 10 pulgadas de largo y dan sonido más agudo.

La quena sólo tiene cinco agujeros en la dirección de la embocadura y uno al costado, así es que sólo da semitonos muy fúnebres y melancólicos. casi siempre se toca a dúo este lóbrego instrumento, resultando el más tierno y aflictivo concierto que se insinúa en lo más hondo del alma, para anegarla en un indescriptible dolor.

Suelen a veces los que las tocan horadar un cántaro de barro por los costados, para introducir las manos por los agujeros y hacer resonar sus quejidos dentro del cántaro. Es entonces el eco de la quena la verdadera expresión de los sepulcros. los sones que parten de esta selvática zampoña rompen en mil pedazos el corazón y parece que la muerte se valiera de ellos para anunciar su funesta misión.

Las doloridas voces de la quena son el llanto con que el infortunado indio expresa su dolor, abyeción (sic.) y abatimiento. Desde el tiempo de sus monarcas, sufre el mismo tratamiento que las bestias de carga; es la constante víctima de la rapacidad y trapacería de todos cuantos no le pertenecen en raza y hasta para mayor dolor, de sus mismos consanguíneos cuando ejercen el menor mando. Y ninguno de estos seres inhumanos piensa en que el Indio es el dueño primitivo del territorio peruano.

Sin voz para quejarse, sin fuerza para defenderse, sin recursos para demandar y obtener justicia, viven los descendientes de Manco entregados a la más profunda melancolía, vistiendo el negro ropage (sic.) del dolor, buscando las altas y nevadas cumbres de las montañas para ocultar en ellas su vergüenza y derramar amargas y copiosas lágrimas que alivien el peso que en tan crudo cautiverio gravita siglos há sobre sus hombros.

Allí en esas escabrosas alturas se lamenta al son de la fúnebre y sepulcral quena, repitiendo endechas y tan sentidas quejas que el hombre más feroz lloraría de escucharlas. En esas áridas y glaciales serranías devora en silencio sus agudos dolores y sus multiplicadas tribulaciones. Y sus danzas y sus cantos y sus diversiones no son las danzas, los cantos ni las diversiones del hombre de otros lugares; sólo son una viva representación del congojo estado de su espíritu al verse sin honra sin libertad y sin patria. Entréganse a la embriaguez para olvidarse de su dolor y no traer a la memoria los recuerdos de su patria.

Está pues identificado el Indio con la quena por una natural consecuencia de su actual estado. Raras veces hace sentir durante el día sus patéticos sones; espera las tinieblas de la noche y solicita el retiro para que nada interrumpa sus voces: y símbolo fiel del carácter melancólico del Indio, huye del bullicio social, de los resplandores del luminar día, cual ave nocturna, y sólo ama y apetece la soledad, las tinieblas y el silencio. Y cuando toda la naturaleza se halla en reposo, es cuando la quena despierta, cuando lanza sus sentidos tonos, como para no ser escuchada de nadie. hasta su color es fúnebre, si tal se puede decir, pues tiene un amarillo oscuro semejante al de los moradores de las tumbas; es asombrosa esta singularidad del color de la quena; es en fin la quena el Super Flumina Babylonis del peruano, pues parece a veces que s e oyera en sus tristes y tétricos quejidos las voces de los hijos de Sión cuando en su cautiverio decían:

Ya pendían colgados en silencio
sin que nadie escuchase sus tonadas,
los instrumentos todos que en otro tiempo
con sus sonidos dulces deleitaban

Porque los mismos que los han vencido
y que nuestra nación han hecho esclava,
pretenden que cantemos por la fuerza
nuestras canciones tiernas en la flauta

Los mismos que del suelo natalicio
nos arrancan con violencia tanta
nos repiten: "Cantadnos los cantares
que se suelen cantar en vuestra patria"

(paráfrasi (sic.) del salmo n° 136)

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Audio

Sonqoyman
Yaraví y huayno quechuas, arreglo de Alejandro Vivanco - grabación en vivo
Primera quena: Jorge Velásquez Torres
Primer Encuentro Nacional de Quenistas “Alejandro Vivanco Guerra”. Lima, 1 y 2 de jul. de 2010 (organizado por la Univ. Ricardo Palma)
Carátula de folleto, aquí








Sonqoyman - A mi corazón
origen de la partitura: quenaperú




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Video

Sonqoyman
Los Chaskis (Argentina)
subido por carrysagas



Q'ori Azucena
Himno religioso mariano basado en notas de harawi. De origen colonial, cantado en quechua. La quena se ensambla con instrumentos introducidos por los evangelizadores europeos: pampapiano, arpa, violines. Un mestizaje en que brota nítida la poética musical indígena.
Quena: Jaime Arias Motta
Violines: Reinaldo Pillco Oquendo; Enrique Pillco Paz (hijo y nieto rerspectivamente del arpista cusqueño Manuel Pillco Cuba )
Pampapiano: Valentin Pillco Oquendo
Arpa: Alejandro Huamán Quispe
Soprano: Edith Ramos
subido por en1ri9qu6e9


Azucena de oro del cielo,
que Dios plantó con amor,
envíanos a todos
un poco de tu desbordante gracia...
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