marzo 15, 2011

"Las fronteras disueltas"


El legado árabe* en nuestra historia ha sido soslayado o mostrado sesgadamente, sobretodo por razones religiosas. El Estado monárquico español, que inició su formación y consolidación desde fines el S. XV,  basó su proyecto y razón de ser en la defensa de la fé católica, motor espiritual y a su vez político de la gran expansión colonial que llegó a tener en América, Asia y Africa.  Ello se refleja en las historiografías oficiales del espacio iberoamericano que tal vez han mencionado, pero no han aquilatado las huellas de las culturas árabe y judía en su configuración (lengua, comida, música, arquitectura, hábitos, etc.); culturas que durante varios siglos (unos 8 siglos en el caso árabe, más de mil años en el caso judío**) pudieron convivir en la península ibérica con los pueblos de fé cristiana (principalmente de origen visigótico-romano***) en un clima de relativa pero efectiva tolerancia.  Después de la expulsion de los judios (llamados sefarditas)  en 1492 y de los musulmanes (llamados moros, o una vez forzosamente convertidos para no ser expulsados, moriscos) entre fines del siglo XV e inicios del siglo XVII (un largo y cruento período de rupturas), la consolidación de un estado monárquico católico, apostólico y romano se plasmó y se plasma hasta hoy, en una España gobernada bajo un régimen de "monarquía parlamentaria".

Es interesante adentrarse en los debates que protagonizaron en el siglo XX, dos de los principales historiadores de la península, Américo Castro y Claudio Sánchez Albornoz, acerca precisamente, de la forma de hacer la Historia en España, y del rol que jugaron estas tres culturas en la conformación de su identidad. Sánchez Albornoz tuvo una posición conservadora, propugnadora de la gesta heroica de la larga resistencia y Reconquista cristiana (visigótico-romana), mientras que Castro, vió un proceso mucho más complejo de alianzas, rupturas y síntesis creadoras que se inician precisamente con la presencia judeoislámica y que han dejado huellas en el presente concreto.  Hoy vemos que España es un complejo conglomerado de pueblos que la hacen un país de gran riqueza y diversidad, núcleo y puente de culturas, no sólo por su milenaria historia sino por su ubicación geográfica; en décadas recientes, aunque persisten en buena cuenta las posturas conservadoras, la historiografía española (sobretodo la de la zona meridional) se ha acercado más a postulados afines a los de Américo Castro.

Esto a propósto de la publicación de tres títulos referidos a la presencia árabe en el Perú; más precisamente a la inmigración reciente que empieza a fines del sigo XIX y se proyecta en tres etapas hasta el presente.  Esta inmigración ha sido poco numerosa en relación a la de otros países como Brasil, México o Argentina;  de origen levantino (Siria, Líbano y Palestina actuales) y cristiano (ortodoxos o maronitas), y sólo después de 1945 (tras  la conflictiva creación del Estado de Israel), musulmán.  Para muchos podría considerarse un aporte más al conocimiento de una de las numerosas colonias que ha recibido nuestro país (como la china, japonesa, polaca o o croata por ejemplo), pero en este caso, se trata de una inmigración no tan ajena. En una perspectiva más amplia, esta huella empieza con la cultura que portan los conquistadores hispanos al arribar a tierras americanas en el siglo XVI, y que involucró, más que a los pueblos de la región levantina, a los pueblos magrebíes del nor-oeste del Africa. La presencia de la cultura árabe en América va más allá del factor étnico y religioso,  pues ésta tuvo un rol civilizador en la Europa medieval, y una de sus principales puertas de entrada fué precisamente Al-Andalus (la otra fué la del Imperio Bizantino).   

Leyla Bartet es autora de dos de los títulos, y compiladora (con Farid Kahhat y Juan Abugattás), del tercero.  Títulos muy oportunos dada la aridez bibliográfica que el tema habia tenido en nuestro país. No se explicita, pero se deduce que las entrevistas que hizo fueron mayormente -si no todas- hechas en Lima (muchas familias que se asentaron primero en provincias, terminaron trasladándose a Lima); sin embargo un registro más acucioso en las ciudades en que hubo presencia significativa de migración árabe (más por su relevancia socio-económica que por su número), revelaría seguramente mayores datos.

Trabajos importantes que precedieron este esfuerzo son:

//m. cornejo d.

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(*) La cultura árabe tiene características muy propias y también   influencias de otras culturas,  entre las que destacan  la persa y la turca. Sobre el pueblo  árabe y pueblos arabizados, se puede leer aquí
(**) Un ejemplo de música medieval sefardí (cantada en "ladino") se puede escuchar aquí.
(***) Hubo y hay pueblos específicos como el vasco, gallego, valenciano, catalán, entre otros.  Un ejemplo de música medieval cristiana (de origen gallego) se puede escuchar aquí




La huella árabe en el Perú.  Leyla Bartet & Farid Kahhat (compiladores), Juan Abugattás (introducción). 
Lima : Fondo Editorial del Congreso del Perú, 2010. 
Foto de carátula: Farah Chehade y su esposa en Beit Yala (archivo familiar)


Memorias de cedro y olivo.  La inmigración árabe al Perú (1885-1985).  Leyla Bartet. 
Lima : Fondo Editorial del Congreso del Perú, 2011.
Foto de carátula: Familia Abugattás en Beit Yala, 1929. Archivo de Estela Abugattás.




Las fronteras disueltas.  Voces árabes en el Perú.  Siglos XIX y XX.  Leyla Bartet
Lima : Fondo Editorial del Congreso del Perú : Club Unión Arabe Palestino, 2011.
Foto de carátula: Miguel Abugattas, hijo de Elías y padre de Zacarías, con su esposa Elena.   Archivo de Estela Abugattás.






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Video
Lamma Bada Ytathanna
Moaxaja andalusí (una  de las formas musicales predecesoras del villancico)
Guitarra: Juan Martín
Laúd y voz:   Abdelsalam Khair
subido por



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Enlaces:


Música de moros y judíos en España
Centro Cultural Al Andalus (Lima)
Centro de Estudios Orientales (PUCP)
Los moriscos - RTVE


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