marzo 02, 2011

Pututo, trompeta de caracol prehispánica



Transcribimos sólo el texto y una de las varias láminas, que se refieren al "pututo" (el extenso artículo de Jiménez Borja, que bien podría haber sido un libro, trata de dar un panorama completo de los instrumentos musicales del Perú). En la leyenda de una lámina (que no se muestra aquí) de una trompeta de caracol de cerámica mochica, explica que el instrumento se hacía con un molusco exótico a los mares peruanos, que provenía del norte del Itsmo de Panamá. El autor deduce que los mochicas viajaban a buscarlos hasta esa zona en balsas (seguramente tan largo viaje servía para intercambiar también otros productos). Deduce también que la gran demanda de estas conchas y su difícil adquisición debieron motivarles la necesidad de hacer réplicas en barro cocido.

Podemos notar en el video que va en "Ritual mochica", que la alegoría acerca de la música que acompaña el sacrificio de los prisioneros de guerra, se acerca bastante a lo que pudo haber sido: un ritual con presencia notoria del sonido de una o más trompetas de caracol marino. Cabe preguntarse por el nombre que tenía este instrumento en lengua mochica y por las rutas que seguía este preciado molusco hacia las zonas andinas, sea en tiempo pre-inca como inca.

De haber tenido un uso tan extendido desde la costa norte a la sierra sur, hoy en día su uso (ritual) se limita a unas pocas zonas. Según este texto que Jiménez Borja terminó por 1950, estas zonas eran Pisac y Paucartambo (Cusco). Según el "Mapa de instrumentos musicales de uso popular en el Perú" (César Bolaños, Fernando García, Alida Salazar & Josafat Roel Pineda. Lima : INC, 1978, pp. 257-259), el uso  ritual de trompetas naturales de caracol se mantiene en: Luya (Amazonas, bajo el nombre de "Churu"), Anta, Calca, Canchis, Cusco, Paruro, Paucartambo, Quispicanchi, Urubamba (Cusco, principalmente bajo el nombre de "Pututo"), San Martín (San Martín, bajo el nombre de "Quipa"), y Puno (no especifican la zona).
También nos informan que al tañedor de pututo se le dice "pututero".

Artísticos registros fotográficos de tañedores de pututo en Cusco, los debemos a Martín Chambi.

//m. cornejo



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Fuente:
Instrumentos musicales peruanos
Arturo Jiménez Borja
Revista del Museo Nacional. Lima. T. XIX-XX, 1950-51, p. 72-74
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"Trompeta de caracol marino, Srtombes Galeatus, de 23 cm. de longitud, cultura Chavín. Hallada en Chiclayo, Lambayeque [...]. pertenece al Dr. Dn. Abraham Pickman. Estudiada por el Dr. Julio C. Tello. / El apix [apex] ha sido perforado. En el borde de la espira externa hay un agujero para pasar un cordón que permita llevar el instrumento pendiente de la muñeca. Las espiras de la concha se han pulido a fin de grabar sobre una superficie regular, la imagen de una divinidad tocando una trompeta de caracol"



[...]
El pututo, trompeta de caracol marino, es un instrumento musical muy antiguo, que parece en conexión con todas las viejas culturas peruanas "desde las mas remotas y adelantadas hasta la ultima de los Inkas" escribe J. C. Tello (Actas XXVII Congreso Americanistas).

El nombre actual del instrumento es pututo, el antiguo "huaylla-quepa". Ambos aparecen en la primera parte del manuscrito de Guaman Poma: "Tenia los Yngas y Capac Apo tanbores grandes con quese holgauan y le llamauan pomatinya y trompeta guayllaquepa-pototo".

Utilizaban el caracol perforando el apex; unas veces con embocaduras de metal o caña y las mas sin ellas, tañían la trompa. Solían exornarlos con taraceados de turquesas y conchas de colores o puliendo las costillas del pabellón grababan algún motivo ceremonial. Así se ve en los numerosos ejemplares que posee el Museo Rafael Larco Herrera en [la hacienda] Chiclín.

La cerámica mochica presenta en forma dramática los demonios que habitaban las caracolas. Aparecen como genios poderosos que lanzan a los vientos su clamor sagrado. Polo de Ondegardo refiere que en tiempos antiguos las fuentes eran honradas con ofrendas de conchas marinas , "diziendo que las conchas eran hijas de la mar, madre de todas las aguas". Se comprende la gran veneración que debió [sic.] suscitar estas grandes caracolas procedentes de mares desconocidos, cuya voz ardiente estremecía distancias.

La crónica de Cabello Balboa da una medida de la importancia que estas conchas tenían en el ceremonial indígena. El relato del deslumbrante arribo del rey Naymlap que desciende seguido de un cortejo de concubinas, funcionarios, perfumistas, coperos etc. es de gran belleza. El cronista dice así: "en época muy lejana, llegó de la parte septentrional del Perú una gran flota de balsas. El jefe de esos extrangeros era un hombre de gran talento y de gran valor; se llamaba Naymlap; su esposa se llamaba Ceterni. Además tenía consigo un gran numero de concubinas. Los principales oficiales de su casa eran Pitazofi, su tocador de trompa o de concha marina, instrumento muy estimado entre los indios; Ninacolla que estaba encargado de su litera y de su trono; Ninagentue, su copero; Fongasigde, que estaba encargado de repartir polvos de conchas por los lugares por donde debía pasar; Ochocalo, su cocinero; Xam, que cuidaba de las grasas y los colores con los cuales se pintaba el rostro; en fin Ollopcopoc, que preparaba sus baños; Llapchilulli, que hacia sus túnicas de plumas muy estimadas en esa época". El orden de los nombres en estos relatos antiguos es de gran importancia y no se podía contra hacer. Pitazofi ,el tañedor de trompa marina encabeza la lista de funcionarios. Su nombre aparece inmediatamente después del nombre de la esposa del rey.

El pututo ha sido tañido por hombres de la antigüedad. Este nexo se advierte claro durante las ceremonias del Capac Raimi o fiesta de la virilidad. El P. Molina refiere que los jóvenes incas , cumplida la reverencia que debían al adoratorio de Huanacauri, regresaban al Cuzco. Entonces les salía al paso un pastor que conducía un llama sagrado ataviado con orejeras de oro y gualdrapa roja. "Venían junto al dicho carnero teñendo con unos caracoles de la mar horadados, llamados Huayllaquepa".

Esta fiesta se llamaba también Huarachico en atención a que durante ella entregaban a los jóvenes unas prendas llamadas "huaras" símbolos de la edad viril; y con tal motivo regocijaban. El P. Cobo dice: "hacia toda la gente que allí se hallaba el dicho taqui o baile llamado Guari, tocando unos caracoles grandes de la Mar".

El pututo en la actualidad congrega a los ayllus en momentos de necesidad. Así mismo en épocas pasadas cumplía igual cometido. Durante la guerra con los chancas, según Santa Cruz, los caracoles llamaron a las armas a la ciudad del Cuzco, "al fin ármanse a todos los hombres y mujeres tocándole la caxa y pillullo y uayllaquipas".

El uso de los caracoles, antes tan universal, ha quedado limitado al departamento del Cuzco y allí confinado a dos áreas: Paucartambo y Pisac. Tañen las autoridades para congregar a la comunidad en momentos graves, reunir a los braceros para faenas agrícolas, limpia de acequias, chaco o cacería. etc. Acompaña a las autoridades desde su casa hasta la iglesia 6 las despide. En Paucartambo un toque seguido y largo significa asamblea de ayllos uno corto seguido de un largo, llamada a las autoridades. Los caracoles llevan el pabellón de la concha horadado, por allí pasan un tiento y de esta manera se les lleva pendiente de la muñeca toda vez que no se tañe.
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"Coreon maior i menor. Hatun chasqui chiri. Mullo, chasqui curaca"
(se trata de un chasqui de rango, un curaca)



"Acabó de rreynar, murió en Andamarca. / Quis Quis Ynga / Challco Chima Ynga / Andamarca / Comensó a rreynar y murió"
(el inca Huáscar llevado a ejecutar por Quisquis y Chalcuchimac, quien tañe un pututo)



Indígena quechua del Cusco tocando pututo - Martín Chambi

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Video


Proyecto "Escuela de cosmovisión andina" en el colegio I.E Carmen Alto 2035
Comas, Lima (2009)
KAMAQ Research & Action.

Subido por Kusicha






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