septiembre 01, 2015

"Guitarras y charangos" (Apurímac)


Fuente:
Folklore.  Tribuna del pensamiento peruano 
Lima, N° 14-15, 1945 p. 368
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Guitarras y charangos
Texto: Arturo Bravo Pinto
Ilustración: César Calvo Araujo



Ya en cierta oportunidad,  tratando de la guitarra y el charango apurimeños, dije algo de su espíritu, de su alma aventurera y de sus rebeldías: raciales, [de] quebrada y valle.

Nuestras guitarras estuvieron siempre pintadas de cañaveral, guardando en sus notas sabor a chancaca, dolor y alegría de los hombres que sufrieron en el abra, el olvido de este día, pero [que]  en el momento oportuno supieron rebelarse altivamente para luchar en las montoneras clásicas de ponchos rojos y gritos airados de altivez. La emoción geográfica de nuestro paisaje nos recuerda la bravura de un pasado que se impuso siempre sobre la dictadura y sobre la conquista. Hombres del valle y de la quebrada como el indio de las cumbres, exaltaron en el mestizaje la emoción de medir la altura desde las orillas de un riachuelo valluno.  Se quedaron sus acentos prendidos de las guitarras arrieras sin jactancia, sin figulinas de vals, pero con esa gracia sexual del cañaveral, con ese gusto a papaya fresca, y con esa fiereza de bravura chanca que quiebra todos los horizontes para abrirse paso y triunfar.

Nuestro “Carnaval” expresado en notas musicales es la síntesis de esta emoción. Nos recuerda también a los Tresierras y Curazos, dos figuras de nuestras montoneras heroicas.  Fueron dos rebeldes que supieron erguirse valientemente para morir, como dos hombres frente a frente con un tiro certero en el corazón, en el silencio de la pampa bravía, y al son de las guitarras distantes que bordoneaban este carnaval alegre, altivo, cuyos acentos nos harán escuchar Morales y su conjunto…           

Estas guitarras llevan todo el erotismo de nuestros valles, son el  indio sin mistificaciones, son nuestras mestizas mezcla de chola y de española, ¡toreritas sonrisadas de la vida, canela del valle, y frescura de caña de azúcar!

Estas guitarras fueron también las compañeras inseparables de los primeros rebeldes de América, por eso en Apurímac se las quiere [y] se las lleva terciadas sobre el hombro.

Son ellas nuestro símbolo. Son nuestra bandera de hombres que no aceptamos transacciones, son el canto sencillo de nuestra emoción sin trabas para cantar siempre libres, la inquietud de nuestro pensamiento.

Ahora veamos que tiene que hacer el charango en Apurímac.

En realidad en todo el sur peruano, el charango es el típico diablillo de los senderos. Es el alma humorista del indio, del cholo y del mestizo.

Se le porta como un libro. Todo su sarcasmo alegre se repliega fácilmente en su pequeñez.
Es un ensayo a guitarra. Es la mujercita que con su pandereta al lado juega a la vida y al amor.
El Charango llora y ríe con la misma facilidad; se adentra en las horas de esparcimiento y cuando las guitarras se dejan para las cosas graves de la vida.

El Charango siempre está en manos traviesas. Hay que oírlo, debemos pensar en él.  [En] su acento chillón bien expresado, nos lleva por todos los caminos del indio, sin querer, sin desearlo.

Cuando escucho el charango, sencillamente [me] río de todos los indigenistas, tan ingenuos que suponen que [un]  homenaje al indio es hablar de él falsificadamente.  Pobre indio.   ¿Quién recuerda de él cuando se le trata como bestia de carguío en las minas? ¿Quién le compadece, cuando vive la gleba de las haciendas y latifundios? Nadie. Solo el charango cuenta esta amarga historia a quienes no queremos saber de literatura fofa sobre este indio que hoy homenajeamos, [sino de]  cuando él está solitario en las punas o explotado en una “tarea'’ criminal.

¿Para qué más? ¡Sigamos con este charango vengativo, con su altivez hirsuta! Saludemos al indio en el acento de las composiciones que ahora escucharéis. El Charango [se] reirá de todos los muñecos con poses de mandones, y dejará en nuestra alma un pedazo de sierra y otro pedazo de valle, como todo esto [que] es Apurímac.


Video

3.
José Alccahua Quispe y su esposa [s.ref. de nombre]
Canto tradicional de la comunidad de Challhuahuacho-Cotabambas, acompañado de un tipo de charango rural-indígena de 3 trastes
VI Festival Internacional del charango Cusco 2009
subido por pepecharango


4.
Albergonischay
Charango: Ulises Valdeiglesias 
Acompañante: s. ref.
subido por  Ulises Valdeiglesias Cisneros