julio 27, 2009

Patria



Invisibilizado por una primera hilera de libros, estaba ahí, forrado con papel craft, sobre el que una mano nerviosa trazó a lápiz el rostro anónimo de un pata desgreñado. "Poemas bajo tierra" de César Calvo (*) es uno de los libros más bacanes que he encontrado en la biblioteca del hermano ausente. Un libro chiquito, de pocas páginas, pero henchido de luz contenida.

La patria tendría que ser simplemente el sitio de uno, donde se quiere estar a pesar de todo. Varios escritores han rondado la idea de que la patria es el lugar de la primera infancia (“Mi patria es el paisaje, los olores, los sonidos de mi infancia”), es decir, que está hecha de verdades primeras y nostalgia imperecedera. Pero tambien podría ser el lugar donde se quiere morir.


Para el poeta la patria bien pudo ser una mano donde cabía el mar:


Mi infancia fué una mano
César Calvo

Mi infancia fué una mano
donde cabía el mar,
donde los astros
cabían como hoy caben mis ojos en el llanto

¡Las cosas que han pasado!

En un parque de Julio
de mil novecientos cuarentaicuatro,
el tiempo se ha quedado sin cumpleaños.

Allí mi padre pinta
bellísimos remansos.
Guillermo no ha nacido todavía
pero mamá, en silencio, ya custodia sus pasos.
Y los malos ruidos de la casa
ya saben recordarlo.

¡Ah noches que la luna bebiera!
¡Ah, cisnes convertidos en cuervos solitarios!

Ahora solamente soy un recuerdo mío
aferrado a la niebla del último verano.
Como el musgo que cubre los hundidos veleros
la noche crece en todos los muros de mi cuarto.
En mi amor ya no hay nadie sino el mar.
Y ayer, el mar -que ayer
inolvidablemente conservara mi rostro-
como el antiguo espejo de la casa,
ya sin reconocerme me ha mirado a los ojos

Ni Evelina podría detener
la invasión tenebrosa del otoño.
Las noches despredidas de su sombra,
las lunas que ruedan por los hombros,
las aves
que a beberse la lenta caridad de los días
bajaban a sus ojos,
viajan el viaje inútil del rocío
a las flores hundidas en el polvo.

Y además la palabra
Y además la palabra de un país silencioso
Y mi padre que me habla con su voz de retrato.

Mi corazón me habita como el sol en un pozo




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(*) Publicado en 1961 por ganar el primer premio del concurso "El poeta joven del Perú", junto a Javier Heraud ("El viaje")

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