abril 04, 2013

Amor fino en romancero




El amor fino de Lima, acunado en el barrio de Malambo por cantores variopintos de alma criolla -principalmente negros, zambos y mulatos-, tiene un patrón melódico que se canta sucesivamente en coplas repentistas de competencia; esto lo vincula indudablemente, de forma cercana, a los cantos de jarana, pero también, a muchas otras formas de verseo repentista y contrapuntístico de nuestra América Latina.  La recopilación de Mercedes Ayarza, que podemos escuchar aquí,  aún tiene refinados versos cortesanos que poco a poco fueron  popularizándose a medida que cantores  anónimos lo reinterpretaron  e improvisaron con sus propios sentires y vivencias.  Octavio Santa Cruz nos recrea un amor fino que vale la pena transcribir:



Fuente del video: octavio santa cruz




Hoy  traigo hasta tu ventana
un canto tradicional
los versos del amor fino
que son cosa sin igual
los versos del amorfino

En mi verso cristalino
palpitante de emoción
se despierta el amo rfino
revive la tradición
revive, se despierta el amor fino

Y al compás de mi guitarra
te cantara mi destino
para que otros no lo olviden
yo te canto el amorfino
¡ay Dios del alma!

Mi canto es como la luz
que ilumina hasta al más sabio
por eso me llamo Tavio
me apellido Santa Cruz
mi canto, mi canto es como una luz

Con mi guitarra, y cantando
en esta noche peruana
mi inspiración se desborda
mi verso es cual filigrana
¡zamba tirana de amor!



A propósito...
Sobre palanganas zambos del siglo XVIII

El escritor andaluz Esteban Terralla Landa escribió a fines el siglo XVIII  una larga diatriba satírica titulada Lima por dentro y por fuera, toda en cantos de romancero.  Sobre el estilo de estos cantos, Meehan & Cull nos dicen:
  • Veremos que Terralla y Landa  despliega ante su lector un amplio repertorio expresivo de los conceptistas  del barroco español.  Se verá pues que el poeta trabajó dentro de la larga tradición de la sátira peruana, dentro de un estilo, el barroco, y dentro de una forma de versificar de larguísimo abolengo, el romance... [El poeta de las adivinanzas: Esteban Terralla y Landa - Thomas C. Meehan and John T. Cull - Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, año 10, No. 19, 1984, pp. 127-157]

Terralla Landa había llegado a la ciudad proveniente de México por el año 1787 para probar fortuna en las minas de Cajamarca y Guamachuco; pero parece que después que su protector, el virrey De Croix retornara a España y lo dejara a merced del desdén de las elites limeñas, avisadas de su vida bohemia y donjuanesca, su suerte cambió.  Por eso, de haber escrito ya tres obras elogiosas  cuando aún gozaba del protectorado de De Croix,  correspondió con este testimonio crítico que más allá del tono, ofrece profusa información sobre la vida cotidiana, popular de la Lima de esos años.  En su voluntad de ver  los vicios y sombras del paisaje humano con el que alternó, de un  mestizaje en constante movilización que descalificaba (no sólo había indígenas y pardos sino ya bastantes chinos, amén de mestizos, que pretendían ser señores), no pudo dejar de admitir  la buena prosa de los palanganas zambos que sermoneaban dentro de las iglesias o que versificaban en las gradas exteriores de la Catedral haciendo mescolanza de versos viejos y  rememorando historias, como  las lides de virreyes pasados.  Esto no se limita a un género pues pondera también el verso contencioso a flor de labios de las verduleras y recauderas de las plazas. Muchos de esos elocuentes palanganas de oscura piel seguramente provenían del cercano barrio de Malambo,  pródigo en cantores y bailadores que alternaban con los estratos criollos señoriales no sólo como servidores sino incluso, como profesores de canto y baile.  Vale la pena "escuchar" al versador andaluz:


Descanso XV
Romance N° 16


[...]
   Verás muchos palanganas
que son unos zambos viejos,
y tienen aprobación
en sermones y argumentos.
   Que escuchan una oración,
a la que están muy atentos
para observar si la dixo
otro orador algún tiempo.
   Una baxa la cabeza,
otro censura los textos,
otro dice: baxo estilo
aquél: le falta concepto.
   Pero están tan recibidos
los dictámenes de ellos,
que en dando su aprobación,
ya fue el sermón estupendo.
   Verás otros palanganas
compositores en versos,
que hacen una miscelánea
de diferentes remiendos.
   Componen unas comedias
de varios retazos viejos,
que ya no las conocieran
las musas que las parieron.
   Verás en la Catedral
en las gradas otros de estos,
que las noches de verano
hablan puntos de gobierno.
   Uno mienta a la Moncloa
el otro al Conde de Lemos
este al señor Castelfuerte
otro a Manso, bravo siendo.
   Del señor Villagarcia
hacen mención varios de ellos,
y otros del señor Amat,
teniéndolo por muy recto
   Oirás que a ocasiones  hablan
con experiencia y acierto,
y que aunque en semblantes pardos,
son de muy claros ingenios.
   Porque por lo general,
son de tan finos talentos,
que quisieran muchos blancos
manifestarlos tan buenos.
   Verás que de los refranes
y de los dichos gracejos,
se mira la mayor gracia
en ellas solas y en ellos.
   Las tonadas más insulsas
hacen en sus bocas eco,
aunque son todos sus bayles
probocativos y obscenos.
   Verás en la mayor plaza
golpes de finos conceptos
en qualquiera verdulera
y en qualesquier carnicero
   Verás cuando riñen dos
recauderas en sus puestos,
en cada dicho una gracia
y en cada voz un concepto.
   Verás aquel desahogo
para decirse el despresio,
y que parecen pensados
los pardos de entendimiento.
   Y por último verás
otros asuntos de empeño,
pero descansa algún rato,
que ya otro descanso empiezo.

Lima por dentro y por fuera (Madrid, 1798) - Esteban Terralla y Landa


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Enlaces:

Amorfino - Manuel Acosta Ojeda
De amores finos y corteses
Décimas, repentismo y verso improvisado - Taller de la Kontroversia - Museo del Pisco, Paracas - Ica, 02 febrero del 2013