septiembre 19, 2013

"El pajarillo": yaraví melgariano en tres versiones





Arriero tañendo la vihuela [en una chichería] - Leo Ugarte (1989)


Este yaravi se ha cantado en Arequipa desde el siglo XIX y ha tenido amplia proyección regional (con variantes en letra y música, como es común al cancionero popular latinoamericano) hasta Ecuador por el norte y la región del Río de la Plata por el sur.  Se puede encontrar en  cancioneros publicados en Arequipa y Cusco de  fines del siglo XIX a inicios del siglo XX.  La grabación en disco más temprana que se le conoce es de 1911, a cargo del dúo Montes y Manrique.
En Ecuador, el músico Rubén Uquillas (n. 1904)  adecuó el ritmo de este viejo yaraví al género de albazo, como se puede escuchar aquí; por su parte,  Carlota Jaramillo y Luis Alberto Valencia,  han adecuado la misma canción al género de tonada, como se puede escuchar aquí.  En Bolivia podemos escuchar un arreglo moderno del grupo Amaru aquí.
//m.c.d.



Dos versiones del Perú (una de Arequipa, otra de Lima), una versión de Argentina:

1.  Juan Guillermo Carpio Muñoz (AQP-PE)
2.  Montes y Manrique (LIM-PE)
2.  Atahualpa Yupanqui  (AR)



1.
Un pajarillo cantaba
por las mañanas serenas (bis)
como a unos das las glorias
y a mi me aumentas las penas
Mi corazón batallando
se la pasa noche y día (bis)
por ver si tu eres constante
o me olvidas algun día
Porqué con tanto rigor
abandonasteis mi amor
mi sombra te ha de hacer falta
cuando te fatigue el sol (bis)



2. Los versos  en azul de esta versión (que es la más parecida a la que se cultiva en Ecuador)  provienen del poema Para canto, en tono de yaraví (1858) del vate limeño Lorenzo L. Bazo, el cual  forma parte del cuaderno manuscrito de poesías titulado Murmullos del Rímac,  iniciado en 1845 y terminado en 1868, registrado en la Biblioteca Nacional del Perú con el N°  D2453 (Cf. Manuel Zanutelli: Canción criolla, memoria de lo nuestro, Lima : El Sol, 1999, p. 88.)

Un pajarillo que cantaba
una mañana serena (bis), 
a unos les das el alivio 
y a mi me aumentas las penas (bis)
Porqué con tanto rigor,
abandonaste mi amor
mi sombra te ha de hacer falta
cuando te fatigue el sol (bis)
Acuérdate que anduvimos 
por montes y serranías (bis)
cuando la sed te apuraba
de mis lágrimas bebías
Porqué con tanto rigor
abandonaste mi amor
mi sombra te ha de hacer falta
cuando te fatigue el sol (bis)
siempre que pienso en mi [fama]
maldigo la suerte mía (bis)
[fama] para qué te quiero 
si no tengo compañía
Porqué con tanto rigor
abandonaste mi amor
mi sombra te ha de hacer falta
cuando te fatigue el sol



3. Esta versión, sin los versos de Lorenzo L. Bazo,  conserva más el claro rasgo melgariano, que es señorial y cortés.

Un pajarillo que cantas
por las mañanas serenas (bis)
Porqué a unos les das la vida
y a mí me aumentas las penas (bis)
Porqué con tanto rigor,
has castigado mi amor
Mi sombra te ha de hacer falta
cuando te fatigue el sol
Si hasta mi guitarra llora,
con ser madero vacío (bis)
Cómo no he de llorar yo,
si me quitan lo que es mío (bis)
Porqué con tanto rigor
has castigado mi amor
Mi sombra te ha de hacer falta
cuando te fatigue el sol (bis)
De qué le sirve al cautivo
tener los grillos de plata (bis)
Y el enrejado de oro,
si la libertad le falta (bis)
Porqué con tanto rigor
has castigado mi amor
Mi sombra te ha de hacer falta

cuando te fatigue el sol (bis)

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Enlaces

Dos ofrendas para Arequipa
Poética al pie del volcán: El yaraví




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