mayo 25, 2008

La "guitarra culta" en Lima colonial


Heredera del laúd árabe, la guitarra española ha sido y es el instrumento con más arraigo en Hispanoamérica, tanto en la música culta como popular. El criollo y el mestizo han sabido impregnarla con nuevos acordes, haciéndola capaz de descifrar los secretos de sus propios lenguajes. En el caso del indio -transitando por bandurrias, vihuelas y mandolinas-, las cuerdas han necesitado adaptarse a cajas sonoras aún más pequeñas para poder encajar en otros pechos y otras manos, y expresar así la dulzura poética y telúrica del quechua o la melancolía rebelde del aymara; de ello nacen chinlilos, hualaychos, chilladores y charangos en tanta variedad.

En la Colonia las familias acomodadas tuvieron particular estimación por la música para guitarra solista. En este tipo de performance se traspasan en forma más fidedigna, las modas y estéticas musicales europeas a tierras americanas. La "guitarra culta" se practicó en América según las partituras creadas en Europa o copiadas de ellas. En dos manuscritos de finales del sigo XVIII, el Quaderno de Música para guitarra de Mathías José Maestro y el Libro de Zifra, se tienen valiosos ejemplos de música cortesana para guitarra solista practicada en el Perú.

El Libro de Zifra (Lima, 1787) fué escrito siguiendo la notación habitual en la España de aquel tiempo. Su autoría no está determinada con precisión, mas sí hay información de que habría pertenecido por lo menos a dos personas: a don Jorge Tambino o Tambini y (en 1805) a don Francisco García, un Teniente Coronel de Ingenieros destacado en el Perú. Este documento fué hallado en 1982 en el Museo Nacional de Historia de Lima por la antropóloga Rosa María Salas. Actualmente el libro se encuentra en dicho museo.

Matías Maestro, vizcaíno polifacético nacido en 1766, que entre otras cosas fué sacerdote, arquitecto y pintor neoclásico, así como músico, recopiló con artística caligrafía, unas 40 obras en su Quaderno de Música. En la portada del cuaderno anotó la fecha "Lima 1° de enero de 1786", pero es probable que haya ido copiando las partituras desde antes, cuando aún estaba en España. Dado su perfil de hombre extraordinariamente dotado para diversas artes y profesiones, es muy probable que un grupo de las partituras sean de su autoría; algo que no se puede definir con certeza porque Matías Maestro no firmaba sus obras. Según Javier Echecopar, es muy probable que el Minuet de Conde de las Torres en honor al Conde de Santa Ana de las Torres, vecino de la ciudad de Lima, se haya compuesto -siguiendo fielmente la estética europea- en esta capital (*).

Como en el caso del Códice Zuola del Cusco, tanto el Quaderno de Música como el Libro de Zifra contienen música española, practicada en América colonial, con la diferencia que éstos presentan fuerte influencia francesa e italiana, propia de fines del S. XVIII.

Próximo a dirigir la nueva Escuela de Música de la Universidad Católica, Echecopar trae la producción en DVD Entre París y el Perú: de lo barroco a lo andino, con algunas composiciones personales y con el producto de su investigación de los dos manuscritos mencionados.
//marcela cornejo

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(*) Guillermo Ugarte Chamorro, estudioso del teatro peruano, cedió el documento a Echecopar en 1997 para que lo investigue y publique




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Video



Javier Echecopar (1/2)
Programa "Presencia cultural"


Parte 2 (ejecución de Tocata - Libro de Zifra)



El presbitero Matias Maestro (2/2)

(desde min. 6'24'': la faceta de músico)


Cargado por vladimirvelasquezgonzalez

mayo 17, 2008

Tacna: un par de pedacitos de su historia musical



Fuente:
Tacna. Historia y Folklore
F. Zora Carvajal
Lima : Juan Mejía Baca & P.L. Villanueva, 1954
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El arte musical en Tacna
(pp. 185-188 )





Los primitivos pobladores del valle tacneño procedentes de la meseta kollavina, fueron portadores de sus instrumentes musicales típicos: la quena, las "phusas", el tambor y otros. La música monótona, bravía, áspera de los waynos y danzas guerreras aymarás se amalgamó, posteriormente, con la melodía suave, tierna, triste de la música de los mitimaes keswas, que dominaron toda esta zona geográfica.

A raíz de la conquista española y con el establecimiento en Arica y Tacna de autoridades y familias españolas, se produjo la importación de la música vibrante y marcial de los "pasodobles", la cimbreante, cascabelera y retumbante melodía de las danzas gitanas y los ritmos cadenciosos, suaves y aristocráticos del minué.

Con el correr del tiempo llegaron los valses vieneses, la polka, la cuadrilla y la mazurka, cuya música tuvo excelente acogida.

Asimismo, durante la Colonia se origina la zamacueca, o resbalosa, o tondero, o mozamala, o marinera -baile criollo, mestizo, peruano- con música movida, alegre, voluptuosa y jaranera. Al par que el romance y el sentimiento se connaturalizan con la música de los yaravíes melgarianos o de canciones de moda, con todas las tonalidades de nostalgia, tristeza, caricia y amor.

Debido al auge económico de la zona tacneña, a principios de la República, se produce el estacionamiento en esta ciudad y en Arica de poderosas firmas o casas extranjeras importadoras, y llegan, en número considerable, pianos de marcas inglesas y alemanas. Surgen muchos cultivadores del arte musical, especialmente en el sexo femenino. Muchas familias, aun de condición económica modesta, son poseedores de excelentes y bien cuidados pianos. Parece que el violín y la guitarra han tenido pocos cultivadores. Después de la guerra de 1879, surgen algunos músicos. Entre los compositores figura, por el año de 1898, Carlos Correa, autor de varios valses criollos.

Con la iniciación del presente siglo, hay mayor interés en el cultivo del arte musical. A partir de los años 1913, 1914 se destacan las profesoras de piano: Filomena Lazo, Elena Zegarra y Rosa Cornejo Lara Cáceres. Egresan del Conservatorio Nacional de Música, de Lima, Rosa Anda, Leonor Zaldívar, Josefina Williams y otras, poseedoras de esmerada técnica musical y de hondo sentido artístico.

Merece párrafo aparte el notable compositor, maestro y director de orquesta: Federico Gerdes Muñoz. Nació en Tacna el 19 de mayo de 1873. De ascendencia alemana por el lado paterno, a los diez años fue llevado a Europa, por sus padres. En Alemania siguió estudios musicales. Viajó por varios países, dando conciertos, con gran éxito. A fines de 1908 vino al Perú, llamado por el gobierno para que se hiciera cargo de la Dirección de la Academia Nacional de Música, cargo que desempeñó hasta 1944, en que fue jubilado. Seguramente muy escaso recuerdo tendría de su tierra natal. Pero, Tacna tiene el derecho y el deber de considerarlo entre sus hijos dilectos. Federico Gerdes Muñoz ha fallecido en Lima, el 18 de octubre de 1953.

Hasta poco antes de su muerte, en casos excepcionales, dirigió conciertos a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional, obteniendo merecidos aplausos. Gerdes ha sido considerado como uno de los más notables músicos mundiales de la época contemporánea.

No podemos dejar de recordar a uno de nuestros valores musicales: Carlos Hernández. Se dedicó al arte por vocación y aun carente de técnica y esmerada cultura musical, compuso varias piezas, muchas de las cuales han quedado ignoradas.

Hernández era músico, cantor y compositor. Actuó en Tacna desde 1906, y murió en Lima. Es autor de la letra y música de la composición, que se intitula "Tacna", y que se cantaba en uno de los períodos álgidos del cautiverio.

El coro de esa composición es así:

"Viva Tacna, viva mi patria,
vivan los héroes de grande honor!
Una corona para los tacneños,
que nunca olvidan a su nación".

Después de la reintegración de Tacna al Perú, residió en esta ciudad el inspirado músico y compositor arequipeño Alberto Díaz Robles. Díaz Robles es autor de la música del "Himno a Tacna", y cuya letra es del poeta arequipeño Víctor Ballón Ángulo.

Este himno fue compuesto en 1936, y empieza así:

"Tacna, Tacna, la tierra de ensueño;
tierra abierta a los besos del sol;
la que sabe de rojas quimeras
y se enfrenta sin miedo al dolor".

Díaz Robles ha compuesto numerosas piezas musicales y actualmente es uno de los más prestigiosos componentes de la Orquesta Sinfónica Nacional.

Estuvo en Tacna, como profesor del Colegio Nacional de Varones, el músico y pintor arequipeño Luis de la Cuba, artista de múltiples facetas.

Cabe citar a los hermanos Luis y Carlos Montalvo, prematuramente desaparecidos, y que han dejado algunas piezas para piano y violín.

Actualmente ocupa plano destacado la pianista Leontina Laura Marín. No sólo es una excelente ejecutante, poseedora de valiosa y bien cultivada técnica, sino que es inspirada compositora. Es autora de la música del "Himno Rotario", con letra del poeta Carlos Alberto Fonseca, y se ejecutó por primera vez en 1944.

Leontina Laura Marín ha compuesto la música del Himno del Colegio Nacional "Coronel Bolognesi", cuya letra es del doctor Enrique Gamarra Hernández, ex-Director de dicho Colegio. Además, es autora de varios valses estilizados y de algunas melodías de inestimable valor artístico.

Cerramos esta página musical con el nombre de Eduardo Pérez Gamboa, prematuramente desaparecido en forma trágica en la rocosa playa denominada "Las Lagunas", el 10 de febrero de 1952.

Pérez Gamboa ha dejado inspiradas piezas musicales, en las cuales ha volcado su alma de artista: "Mi Tacna Hermosa", polka criolla, con letra de Ornar Zilbert Salas, y que ha sido grabada en discos; "Himno 28 de Agosto"; "Mimos y caricias de mujer", vals; "Tacna Nocturna", vals; "Himno al Deportivo Alianza"; "Te veo y no creo", bolero; "Himno al Deportivo Victoria"; "Himno al Colegio Nacional Francisco Antonio de Zela"; "Conquista", marcha, y otras inéditas.

La polka "Mi Tacna Hermosa", empieza así:

Ciudad Hermosa,
Tacna;
tierra preciosa,
vas derramando tu heroicidad.
En nuestra historia,
Tacna,
brilla tu gloria,
como la aurora
de alba majestad.

Colocamos un gajo de laurel sobre la tumba de Pérez Gamboa, que supo dejar para las presentes y futuras generaciones los invalorables tesoros de su arte y de su alma y de su obra, truncada por el destino, como homenaje a su tierra natal, sacrificada, heroica y gloriosa.





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La primera victrola que llegó a Sama
pp. 202-204

- No me vengas a mí con cuentos. Aquí dentro debe estar el demonio.
- Allá, en el sur, es corriente el uso de este aparato, señor. . .
- ¡Qué aparato, ni ocho cuartos. . .! Es de metal. . . y va a cantar, hablar, tocar música... ¡Es el demonio!

No hubo forma de convencer a don Victoriano, el potentado del valle, dueño de más de 400 hectáreas de tierras, y que, a la vez, era gobernador, juez de paz y alcalde. El "poder supremo".

De gruesa contextura, algo moreno, mirada centellante, polainas altas, pantalón de montar, sombrero de paja y fuete en mano, don Victoriano se paseaba por el corredor de su casa, a grandes zancadas.

Se detuvo un instante y exclamó, poseído de ira:

- Ya la gente no trabaja. Todos se arremolinan al alojamiento de este hombre, que ha venido a alterar la tranquilidad del valle.

Y llamando a dos mocetones, que servían de "alguaciles" o guardaespaldas, les ordenó:

- Pongan a este hombre en el cepo... Y mañana lo despachan hasta una legua fuera de Sama. . . ¡Qué car… amba!

Pocos instantes después el hombre de la victrola fue encerrado en una habitación que servía de calabozo. Los "alguaciles" le colocaron los pies en los maderos del cepo. Y el hombre, así, tendido, sobre el pavimento de tierra, sin más cama que unos gancoches viejos, pasó la noche.

A la mañana siguiente, los mismos "alguaciles", sacaron al prisionero del calabozo y le ataron las manos. Luego, en dos ágiles caballos, emprendieron la marcha, conduciendo al hombre hasta las afueras del poblado, en dirección a Locumba, por el camino de herradura.

Al pasar por el caserío, el hombre, que había sido "expatriado" por disposición de la autoridad del lugar -el todopoderoso don Victoriano, dueño de vidas y de haciendas- se dio maña de deshacerse del sencillo aparato, causa de todos sus males, el mismo que vendió a don Ricardo Pizarro, persona visible del valle.

¿Quién era "el hombre que había traído el demonio"?

Por el año de 1914 llegó al valle de Sama un joven llamado Carmelo Flores Perea, arequipeño, procedente de las salitreras de Tarapacá, donde había trabajado bastante tiempo.

Al retornar a la patria, impulsado por las medidas de represión que ya habían iniciado las autoridades chilenas en la zona tarapaqueña, Flores Perea adquirió una victrola marca Columbia con un stock de escogidos "discos".

Y ya hemos visto cómo fue obligado a alejarse del valle, debido a una increíble e inconsulta disposición de una ignorante autoridad pueblerina.

La primera victrola que llegó al valle constituyó una novedad entre las sencillas gentes. Y quien sacó partido de todo ello fue don Ricardo Pizarro, quien estableció un bar que servía de lugar de reunión de lo más granado del valle, desde Coruca hasta Las Yaras.

Caravanas de apuestos jinetes de uno y otro sexo acudían al establecimiento, con el fin de pasar algunas horas de alegría y de distracción.

Y las parejas, en la vasta sala, trazaban arabescos de ritmo y de donaire al son de los valses sentimentales y amorosos; de las polkas acompasadas y cadenciosas; de las movidas y bulliciosas marineras. O se adormecían y soñaban con la melodía entristecida de los yaravíes melgarianos.

La victrola, el sencillo y útil aparato, que había sucedido al primitivo e ingenioso fonógrafo inventado por el rubio Tomás Alva Edison, el genial "Brujo" de Menlo Park, en tierras norteamericanas, desempeñaba un admirable papel en la apacible y monótona vida comarcana, con el nutrido repertorio de los "discos" traídos por el "expatriado" Flores Perea.

Y por adelantado, pedimos perdón si omitimos algunos nombres de ese grupo selecto de las bellas y rozagantes concurrentes a las "tardes sociales" de don Ricardo Pizarro; todas ellas genuinos exponentes del valle sameño: Juana Varela, Margarita Rivera, Rosa Salas, Micaela Rospigliosi, Amelia Chalco, Manuela Albarracín y otras más.

Y entre los apuestos donceles, cabe citar algunos nombres, desde luego, con nuestras excusas por hacerlo: Aurelio Rivera, Santiago Augusto Alvarez, Humberto Maldonado y otros, cuyos nombres se nos escapan. Es decir, la flor y nata de los burgos sámeños.

Eran tiempos de bonanza, de algazara, de sana e intensa diversión y había que ver cómo los guitarristas y cantores recorrían el valle de este a oeste, aun en noches blancas de luna, haciendo resonar las serenatas junto a las viviendas florecidas de hiedra, bajo los molles paternales y cómplices de idilios y parrandas.

Y había que ver, cómo al escuchar el estampido de alguna "camareta", en las frondas del valle, concurrían, solícitos, ávidos y en tropel, a la casa campesina, de donde partió el estampido, y donde los dueños, agasajaban a los vecinos y amigos con sabrosos y nutridos "chicharrones", rociados con vino tinto de Locumba y de Cinto.

En estos casos fulgía la cordialidad de los dueños de casa, hospitalarios, dignos, alegres y obsequiosos.

El vals, la polka, la marinera y el wayño revoloteaban, poniendo tintes de luz y de alegría en las almas y en los corazones.

Algún anónimo cantor y parrandero compuso estos versos, que eran repetidos por muchos labios picarescos:

"Sama Grande es el infierno;
Tomasiri el purgatorio;
Buena Vista medio cielo,
y Las Yaras cielo entero".


Y aquellos tiempos eran tan dulces como las "cañas" esbeltas y delgadas, como la chancaca y como el azúcar de los valiosos ingenios de Tomasiri.

Y el estrépito de los trapiches, y el ruido de las pequeñas locomotoras, y los cantos y silbidos de los trabajadores rompían la serena belleza del paisaje, desde la mañana hasta la tarde. . .






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Video


"Mi candaraveñita" - tarkada de carnaval de la provincia de Candarave
Juventud Candarave



"Conociéndote más, Tacna inmortal" - parte 1


Parte 2 : Petroglifos de Miculla
Parte 3: La Casa de Zela
Parte 4: Museo Ferroviario
Parte 5: La Fontana
Parte 6: Teatro Municipal
Parte 7: La Catedral
Parte 8: Campo de la Alianza
Parte 9: Casa Basadre
Parte 10: Arco Parabólico

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Links:






mayo 08, 2008

Creación musical en Arequipa, brevísima relación


[actualización: 30 oct. 2010]
Gran parte del texto de las pp. 246-247 se basa en el trabajo de Carlos Zuzunaga F. Apuntes para la historia de la música en Arequipa, publicado en el diario El Pueblo (Arequipa) del 12 de octubre de 1940, p. 57-59. La foto donde aparecen Octavio Polar, Luis Duncker y Manuel Aguirre, acompaña también el texto de Zuzunaga.
El texto sobre Benigno Ballón Farfán (p. 263) es aparte. Las dos fotos son del archivo de la revista Caretas, tomadas a inicios de la década de 1950.
// m. cornejo
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Fuente:
Arequipa, su pasado, su presente y su futuro
Adela Pardo Gámez de Belaúnde (ed)
Lima; 1967.
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Compositores y músicos arequipeños
(pp. 246-247 )




Músicos de la "Estudiantina" a principios del S. XX. Destacan las figuras del poeta
Percy Gibson y del gran músico Luis Duncker Lavalle



Florentino Díaz.- Se dedicó especialmente a la música religiosa. Fue organista de la Catedral y escribió un "Invatorio" para misa de funerales compuestos de siete salmos, a él atribuyó la "Reseña" de Semana Santa. De su familia Don Juan y Don Rosendo fueron músicos notables.

David Molina.- Este recordado maestro ocupa un lugar preferente. Nació en 1858 Director fundador del Conservatorio de la Paz. Compositor de música religiosa y Director de orquesta.

Octavio Polar.- Ocupó durante más de veinte años el sitio de honor en la música arequipeña. Polar fue el representante de la música en la vida de sociedad; además de su labor de director, de organizador y de entusiasta propulsor de la actividad musical arequipeña escribió algunas obras. "Payaso Huañusca" marcha indígena "Minuetto" "Vals Sombrío", el lied "Las Golondrinas", "Rumor de Hojas" y una brillante "Polonesa".

José María Arrisueño.- Cultivó la música religiosa, compuso algunas misas, dedicándose a la enseñanza.

Manuel y Luis Gámez.- Entre los muchos pianistas y compositores de aquella época merecen mención especial. El primero, excelente pianista y el segundo ejecutante de mérito y profesor.

Luis Gámez dejó composiciones del carácter de la época: mazurcas, polcas, habaneras, entre ellas una mazurca de gracioso y elegante tema, aarreglada después por Manuel Aguirre y que es: "Mazurca" 1850" Manuel y Luis Gámez tuvieron estrecha amistad con Gottrchcalk, y ofrecieron con él algunos recitales.

Moisés Sánchez.- Excelente violinista y gran animador de las actuaciones y de las instituciones. Llegó a formar una magnífica biblioteca musical con la cual fue adquiriendo profunda y meditada cultura.

Manuel Aguirre.- Verdadera reliquia de Arequipeña. Su labor de composición -sin pretensiones de forma complicada y con la sola espontaneidad del que trabaja sin ansiar publicidad-, forma un catálogo extenso de trozos agradables realzados con exquisita sensibilidad. Muchas de sus obras han sido publicadas en Alemania. Su suite "De mis Montañas", "Vendimia" han alcanzado especial difusión en el Perú y Europa, habiéndoselas instrumentado con todo éxito.

Luis Duncker Lavalle.- Estudió solamente con su padre; con él pudo aprender y perfeccionarse algo más que la generalidad de nuestros compositores y se convirtió en el Maestro de la Armonía y Composición. Fue pianista y su verdadero talento estaba en la improvisación. Sus obras con carácter y temas nacionalistas son las más interesantes: "Quenas", "Leyenda Apasionada", "Nostalgia" y "Picaflor". Su "Minuetto" en Mi-menor obtuvo premio en un Concurso Nacional organizado por la "Filarmónica de Arequipa".

Octavio Polar, Luis Duncker y Manuel Aguirre


Los Duncker.- Arturo fue flautista y dominó con singular maestría la "quena", Alicia fue soprano de excelentes condiciones, Adolfo fue organista de la Catedral y Roberto hizo de su gran saber musical una profesión y pudo llegar a ocupar el rectorado del Conservatorio Nacional de Chile. Debe recordarse entre los que fueron, a Alberto Reinoso, Eduardo Recabarren y Nicolás Reinoso, autores de trozos para salón los primeros, y el último inspirado cultor de los temas locales.

Roberto del Carpio [sic.].- Talentoso pianista compositor y maestro, estudió con Palomino y con Duncker, los primeros principios. Tiene una serie de "Preludios" un "Nocturno" y algunas obras para grupos de cámara.

Carlos Sánchez Málaga.- Director de la "Academia Bach", de Lima, ha dado pasos firmes sobre la composición, usando el tema mestizo: sus visiones de "Caima" y de "Yanahuara". Tiene además un lied, "La Noche se ha hecho en mi Corazón"; una serie de "Acuarelas Infantiles", varios arreglos para voces, algunas versiones pianísticas de yaravíes y cantos populares, y varios poemas para canto y piano.

Gustavo de la Jara.- Coetáneo de los anteriormente citados, cultísimo espíritu y delicado compositor, es autor de algunas obras para coros y muchas otras piezas una "Salve", y una misa para coros completos de ambos sexos, que fue dirigida por su autor en la Catedral y que alcanzó sobresaliente éxito.

Francisco Ibáñez.- Brillante pianista, es el pianista que ha profundizado seriamente el estudio del piano. Su labor como maestro es lo único con que se puede contar en lo que a pianista se refiere, muchos han sido sus alumnos, resultando excelentes pianistas.

Aurelio Díaz.- Hijo de Don Rosendo Díaz. Pianista de prestigio y compositor consciente y talentoso. Aurelio Díaz ha obtenido numerosos premios gracias a su labor artística. Su "Himno a Arequipa" mereció el primer Premio en el Concurso organizado por el Concejo Provincial en el IV Centenario.

Sus composiciones más notables son: Dos Yaravíes estilizados. Un Estudio para la mano izquierda de sabor nacionalista, una suite para orquesta, dos canciones para soprano y tenor también de sabor nacionalista.

Benigno Ballón Farfán.- Autor de muchas producciones del género popular mistiano, lo han convertido en una figura de relieve dentro de los músicos populares arequipeños, gozando de prestigio y popularidad no solamente en el Perú sino también en el extranjero.

Ballón Farfán, representante genuino del criollismo arequipeño, no pudo sustraerse al influjo determinante del espíritu artístico de su pueblo.

Algunas de sus composiciones:
-Valses: Melgar Clemencia, Silvia, Arrullo etc.
- Poemas musicales: Las Lecheras, Las Sembradoras, Parada del Montón, Alba Serrana etc.
- Fox Incaicos y Danzas: Llanto del Inca, Cusicuy, Manco Capac, etc.
- Marineras: La Traidora, Natividad del Alma etc.
- Huayños: La Benita, Cholita Candaraveña etc.
- Carnavales: Carnaval del Centenario, Carnaval de Arequipa [ó "Carnaval arequipeño"], etc.

Roberto Ramírez Z. O.- Compositor y pianista, de quien conocemos delicadas producciones a la manera de canciones francesas y algunas visiones impresionistas que, denotan, además de una sensibilidad fecunda, una intuición técnica admirable. Sus composiciones más notables son: "Las Ocho de la Noche en Arequipa", "Lejanía", Elegía", "La Caravana pasa", "Los pasos del viento", "Canción de Cuna", "Visión azul"; su "Himno Eucaristico" se llevó el segundo premio en el Concurso que se efectuó en el IV Centenario organizado por el Concejo Provincial de Arequipa.
Añadiremos los nombres de dos extranjeros que han desarrollado verdadera labor de aliento entre nosotros: Maude Orton de Suárez Polar, maestra de canto y directora de coros, y Armando Maristany, el magnífico violonchelista argentino, Director de la A.O.D.A. y como maestro, desarrolla una labor muy laudable.


Benigno Ballón Farfán (*)
(p. 263)


Arequipa perdió con la muerte de Benigno Ballón Farfán a uno de sus más queridos hijos. Fue uno de los más grandes compositores que ha tenido nuestra patria. Ballón Farfán no sólo era el gran músico sino también un "cholo arequipeño" que llevaba en sus venas a nuestra Blanca Ciudad, por lo que la hizo conocer en donde estuvo. Su fecunda labor musical en sus cincuenta años de compositor quedará entre nosotros, para recordarnos siempre al hombre que por sobre todo amó a Arequipa, a sus gentes, a su criollismo, cuando escuchamos sus 85 creaciones, entre valses, himnos, marineras, marchas, pampeñas, canciones, etc.

Ballón Farfán nació en el antiguo barrio de San Lázaro, hijo del músico, señor don Manuel Roberto Ballón y de doña Francisca Farfán, luego de seguir sus estudios en la Escuela de la Parroquia, estuvo en el Colegio Salesiano y en el del Padre Hipólito Duhamel, dedicándose íntegramente a la música, a los catorce años, debuta en la Iglesia de Santo Domingo. Luego vino su debut oficial en el Centro Social Obrero y su nombramiento como profesor de música del Colegio Santo Tomás de Aquino. Los años fueron haciendo aumentar el número de sus creaciones musicales a la vez que le iban conociendo más por sus intervenciones como Organista de la Catedral y Santo Domingo y por sus actuaciones en los teatros de Arequipa y Lima, y algunos de la República de Bolivia. La muerte de este gran músico fue una pérdida nacional.


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(*) En Caretas 1427, en una nota titulada "Doris y el volcán", Doris Gibson recuerda que en 1952, mientras hacía el primer informe especial de la revista sobre las fiestas de aniversario en Arequipa podía ver a Don Benigno Ballón Farfán tocando su piano en algunas ceremonias, siempre en loor de la ciudad que lo arrulló.
Por otro lado, Reynaldo Ballon Medina, uno de los hijos del compositor, informa en genealogyforum que existen dos ramas de los Ballón en Arequipa, una en Tiabaya y otra en el Barrio de San Lázaro, en donde el Maestro construyó su casa, en la Av. Siglo XX. Allí, sus hijos desean hacerle un museo para preservar su memoria y difundir su vasta obra musical que llega a los 100 temas entre valses, pampeñas, marineras, himnos, zarzuelas (un poco más de los que cuenta Adela Pardo). Informa por ejemplo, que Don Beningo no sólo tiene el famoso "Carnaval arequipeño", sino varios otros como el "Carnaval Miraflorio", el "Carnaval Obrero" y "Canciones del Carnaval", con melodias similares pero con letras diferentes. Destaca varios temas como "Melgar", "Silvia", "Arrullo", "Clemencia", "Sufriendo estoy", "Se fué mi Amor", "Mi Canto a Arequipa, "La Benita", etc.
// M.C.D.
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Video


Luis Duncker Lavalle
Fuente: Escuela Virtual Backus
Subido por porthus
Entre 4:55 y 6:30 el maestro Jaime Díaz Orihuela interpreta la pieza El Picaflor


Sombras
Manuel Lorenzo Aguirre
Subido por
porthus



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Enlaces:

Dos géneros populares en la Arequipa del S. XIX
La bohemia de Benigno Ballón Farfán - Mario Rommel Arce
Apuntes para una historia de Don Benigno Ballón Farfán, músico - Reynaldo Ballón Medina
Un gran músico para re-descubrir: Pedro Ximenes Abril Tirado
Música de Roberto Carpio
Jorge Delgado Delgado [1916-1998]
Texto y contexto en la obra de Roberto Carpio en la Arequipa (Perú) del siglo XX (resumen de tesis) - Zoila Elena Vega Salvatierra
Catálogo de obras de Manuel Aguirre
Catálogo de obras de Roberto Carpio
Sinfonías de Arequipa (LP, 1982)
Canal de música escrita de Arequipa