febrero 23, 2015

Uso de la concertina en la selva peruana


Mi agradecimiento especial a Luis Salazar Orsi por proporcionar este texto así como las fotos, para su difusión.
// m.c.d.




Uso de la concertina en la selva peruana
Por : Luis Salazar Orsi

1
En la tradición oral de ambas regiones de la Amazonía peruana (selva baja y selva alta) se conoce con el nombre de “concertina” a un instrumento musical de viento semejante a un pequeño acordeón, que casi nadie ha visto y que ya no se usa en ninguna parte. Desde niño (1960) he oído decir, en la ciudad de Pucallpa, que eran conocidas varias clases de concertinas: de diverso tamaño, peso, timbre, de cuerpo hexagonal u octogonal, etc., y que es el mismo instrumento denominado bandoneón en Argentina. En la ciudad loretana de Requena, alguien me contó, en 1986, que las concertinas más pequeñas podían guardarse cómodamente en un bolsillo del pantalón.

2
La concertina fue un instrumento de viento de uso muy generalizado en la Amazonía peruana desde la segunda mitad del siglo XIX hasta los años de la década del setenta del siglo pasado, periodo que [en su inicio] comprende la época de la fiebre del caucho. La facilidad para transportarlo, por su tamaño pequeño y por ser plegable; su sonido cautivador, profundamente melancólico en los tempos lentos y extremadamente alegre en los rápidos, a más de la posibilidad de entonar acordes elementales en el acompañamiento, lo hizo en aquel periodo el instrumento musical de mayor difusión geográfica, antes que la guitarra, el acordeón y el piano.

3
En la selva baja, región húmeda, las lluvias frecuentes e interminables que arrecian durante todo el año jamás han permitido el uso sostenido de la guitarra en las zonas ribereñas y boscosas. Por eso, la concertina —al parecer llegada a esta región desde el Brasil— se convirtió en el único o más preferido instrumento musical, pues se lo recuerda hasta nuestros días como “el instrumento musical de los caucheros”.

La concertina fue utilizada también en la ciudad de Iquitos, en los conjuntos musicales que ejecutaban música brasilera, aunque por su sonido opaco y nostálgico pronto fue reemplazado por el acordeón, como sucedió en el conjunto de músicos peruanos que tocaba música brasilera O reis do samba, y que estaba dirigida por el músico iquiteño Orlando Cetraro de Souza. Es casi seguro que los dos únicos valses amazónicos de la época del caucho que se han conservado hasta nuestros días (Bravo marino y La contamanina), especialmente el segundo, fueron compuestos en su versión original en concertina, sin texto. Sin embargo, la versión original de este famoso vals de los caucheros pronto fue adaptada a la guitarra, fueron añadidos giros con semitonos a la melodía y, más tarde, se le adaptaron textos diversos, y hoy el vals anónimo La contamanina es más conocido en la parodia del músico pucallpino Javier Torres Rengifo (“El quien me trajo hacia aquí / es el Ucayali, / con su serpentear yo surcándole voy, etc.”).

4
En la selva alta, y abarcando una área geográfica muy grande, quizá desde Chachapoyas hasta Moyobamba, su uso estuvo muy generalizado especialmente para las ocasiones de mayor despliegue festivo, como en las fiestas de fines de junio, fines de año y carnavales, en danzas muy alegres como la pandilla y las comparsas de diablos, tal como hemos comprobado que se usaba en la ciudad de Rioja, hasta muy entrado el siglo XX.

En Rioja, el único instrumento que podía competir con la concertina, para la ejecución de algunas danzas tradicionales (de los saraos y de los diablos), era la armónica, llamada comúnmente “rondín”. En esta ciudad aún se recuerda a los intérpretes riojanos Luisa Solsol Díaz y Marcelo Reátegui, que tocaban concertina en las fiestas populares hasta los años setentas del siglo XX.

Es casi seguro que, de los varios tipos de concertina que se utilizaba en la Amazonía peruana, los más elementales eran los instrumentos más pequeños cuyas posibilidades melódicas carecían de semitonos. Esto añadía una especial dosis de nostalgia a la música que navegantes, viajeros y aventureros ejecutaban u oían ejecutar en concertina.

5
No conozco ningún registro del arte de ejecución de la concertina en la selva peruana, ni temas grabados por compositores de la región donde interviene este instrumento. Es casi seguro que no existen tales grabaciones.

ADDENDA

En la primera mitad del siglo XX era muy común conocer a personas de edad avanzada que habían tocado concertina en su juventud, pero ninguno poseía ya el instrumento. Uno de ellos fue mi abuelo Juan Orsi del Castillo, chacarero indomable, navegante empedernido y escrutador de los amplios y prometedores horizontes amazónicos.

En Rioja, a fines de la década de los noventa, no hace más de quince años, compré una auténtica concertina de la época del caucho, ya desvencijada, de manos de un carpintero-relojero del lugar, el señor Víctor Mori Díaz, quien me dijo que el instrumento estaba debidamente reparado y que se podía intentar tocar música con él, pero mi profundo respeto por aquella joya del pasado amazónico y su fragilidad evidente hizo que desistiera de hacerlo. Esta concertina actualmente se encuentra expuesta en el museo Toé de esta ciudad.

Rioja, feb. de  2015



FOTOS
(proporcionadas por el autor)


Concertinista riojana Luisa Sol Sol Díaz (1879-1967)


Concertinista riojano Marcelo Reátegui en la fiesta del Corpus Cristi (1952)


Concertinista riojano Marcelo Reátegui (2do. der.) en el aniversario de la ciudad de Rioja  (1972)


Concertina donada por Luis Salazar Orsi al Museo Toe de Rioja

Luis Salazar Orsi con concertina que donara al Museo Toé





Enlace:

Notas sobre el uso de la concertina en la música peruana